Cómo elegir una tortuga Te enseñamos a comprar
1. Observa la respiración de la tortuga: Las tortugas generalmente no abren la boca excepto para comer. Si ves una tortuga con la boca abierta cuando respira, no la compres, porque es muy probable que la tortuga haya sido infectada con algún tipo de enfermedad.
2. Mira la nariz de la tortuga: Mira la nariz de la tortuga si ves secreción nasal o restos de agua seca alrededor de la nariz, no compres esta tortuga. Puede que tenga enfermedades respiratorias. .
3. Observa el peso de la tortuga: comprueba si la parte de carne de la tortuga sin el caparazón está llena. Si el cuerpo de la tortuga está profundamente retraído dentro del caparazón y se siente liviano en la mano, póntelo. No lo hagas.
4. Observa las extremidades de la tortuga: puedes sostener la tortuga en tu mano y luego tirar suavemente de las cuatro patas de la tortuga con las manos para sentir si sus extremidades se retraen con fuerza o luchan violentamente. . Si la reacción no es fuerte, tu cuerpo puede estar muy débil, así que no compres este.
5. Mira el ano de la tortuga: comprueba si hay suciedad pegada alrededor del ano de la tortuga. Si es así, es probable que la tortuga tenga problemas en el tracto digestivo, así que no compres este.
6. Comprueba si la tortuga está vivaz: Cuando compras una tortuga, normalmente ves muchas tortugas en un tanque. Si ves una a la que le gusta esconderse en rincones oscuros, no la compres. Cómprelo en su lugar. Animado y activo.
7. Observe a la tortuga gatear: coloque la tortuga en el suelo y déjela gatear. Si hay algún cuerpo torcido mientras gatea, hará que la tortuga gatee. No compres esta tortuga, puede tener problemas de salud. Cuando una tortuga normal gatea, su abdomen quedará paralelo al suelo.