Li Qiao, un poeta de la dinastía Tang, escribió un poema sobre las hojas de otoño que caen en tres meses pero las flores florecen en febrero.
Li Qiao, un poeta de la dinastía Tang, escribió sobre el viento en su poema "Las hojas de otoño de tres caídas pueden florecer en febrero".
El nombre en esta época se llama "Viento", y el poema completo es:
Han caído tres hojas de otoño y las flores de febrero pueden florecer.
Miles de pies de olas cruzan el río y miles de cañas de bambú se inclinan hacia él.
Traducción:
El viento puede hacer caer las hojas doradas en otoño y abrir las hermosas flores en primavera.
El viento a través del río puede provocar enormes olas de miles de pies, y el viento en el bosque de bambú puede hacer que miles de postes se inclinen.
Apreciación del poema
Las dos primeras frases tratan sobre la función estacional del "viento": el viento de otoño puede hacer que miles de árboles se marchiten, pero la brisa de primavera puede enseñar a las flores a florecer. "Jie Luo" y "Jie Luo" significan resolverlo con cuidado, sin impaciencia ni impaciencia, para que Ye'er pueda dejar feliz el cuerpo de la madre y encontrar un buen hogar.
La ternura del viento es conmovedora. "Puede florecer" y "abrirse" están despertando. Las flores que duermen en el frío invierno abren sus ojos adormecidos bajo la suave caricia del viento y marcan el comienzo de la hermosa y maravillosa primavera. La calidez del viento hace que la gente se sienta cómoda. Las dos primeras frases expresan vívidamente la dulzura y la ternura del viento, despertando la gratitud de la gente por la hermosa vida.
Las dos últimas frases describen diferentes escenas por dondequiera que vaya el "viento": cuando el viento pasa sobre el río, las olas en la superficie del agua se levantan al entrar en el bosque de bambú, se ven todas las cañas de bambú; inclinándose juntos. El viento, "cruzando el río", forma "olas de mil pies", el viento es fuerte y las olas altas, corriendo directamente hacia la noche, describiendo la majestuosidad del viento, "entrando en el bambú"; "Diez mil postes para inclinarse", el viento es feroz y el bambú cae, y no hay otra opción, describiendo la frescura del viento. El viento fuerte y poderoso en estas dos frases contrasta fuertemente con la ternura anterior.