Cómo ser vendedor

Las habilidades de ser un buen vendedor incluyen establecer relaciones entre comprador y vendedor, hacer las preguntas correctas, escuchar activamente, encontrar soluciones significativas y gestionar sus emociones.

1. Establecer relaciones comprador-vendedor

Los vendedores deben comprender mejor el proceso de compra después de que el cliente realmente toma una decisión y cuándo se toma esa decisión. Luego, los vendedores deben hacer coincidir su proceso de ventas con el proceso de compra del cliente. Una vez logrado esto, el vendedor puede comenzar a interactuar estrechamente con el cliente a medida que se acuerda su solución viable.

2. Haga las preguntas correctas

La mayoría de los vendedores no hacen el tipo de preguntas correcto. Incluso si preparan las preguntas antes de realizar una llamada de ventas, la mayoría no lo hace. antemano. El impacto de una mala capacidad para hacer preguntas es enorme. Esto puede generar resistencia en forma de retrasos y rechazos, demostraciones deficientes que brindan soluciones incorrectas, incapacidad para diferenciarse de la competencia y oportunidades de ventas perdidas.

3. Escucha activa

Los profesionales de ventas pierden pistas e información importante al hablar interminablemente sobre ellos mismos y sus productos. Es más importante mantener la boca cerrada y dejar que el cliente hable. Sí, debes liderar la conversación y luego escucharla y digerirla correctamente. Aprendemos mucho sobre lo que realmente necesitan los clientes para que puedas posicionar tu producto correctamente.

4. Proponer soluciones significativas

La mayoría de los vendedores afirman que esta es una habilidad en la que son buenos. De hecho, como gerentes, tendemos a contratar personas que sean buenas conversadoras. En realidad, cuando se trata de realizar presentaciones, la calidad es mucho más importante que la cantidad. Cuando los vendedores se concentran en presentar soluciones concretas a necesidades previamente acordadas, rara vez fallan.

5. Gestiona tus emociones

La forma en que los vendedores se explican a sí mismos los motivos de sus éxitos y fracasos es fundamental. Desarrollar un estilo que considere la adversidad como temporal y discreta, desarrollando resiliencia mental, resiliencia emocional y paciencia para recuperarse de los contratiempos y ser proactivo cuando sea apropiado.