Nostalgia
La nostalgia es una pequeña estampilla.
Bajo la brillante luna llena en el cielo nocturno, alguien todavía estaba despierto debajo de la ventana. El hijo todavía tenía el bolígrafo en la mano y lentamente escribió una larga carta a casa. La sombra de las ramas oscuras en la noche, iluminadas por la luz de la luna, se sentía tan solitaria. Los ojos del hijo miraban la extensa ciudad rural desde la distancia. Las ramas que colgaban solitarias del árbol también colgaban su profundo amor por su madre. Las palabras entre líneas están llenas de un profundo anhelo...
La nostalgia es un billete estrecho.
Estaba sentado en un barco que se movía lentamente, y los gansos que volaban hacia el sur por la ventana lo acompañaron durante todo el camino. Los golpes de las olas perturbaron sus pensamientos y su corazón ya había volado a su ciudad natal perdida hace mucho tiempo. Allí está su esposa recién casada. Para ganarse la vida, no se le permite viajar a otros lugares, pero no importa lo lejos que vaya, su ciudad natal siempre guarda su corazón. El barco se detuvo y él no podía esperar a bajar del barco. Debajo del gran árbol de higuera de la orilla, su esposa ya estaba de pie, con el pañuelo de seda rojo que él le regaló alrededor del cuello...
La nostalgia es un tema secundario Una tumba baja.
En otoño, las hojas caen una tras otra, cubriendo herméticamente la tumba de la madre. Esas hojas caídas que gimen con la brisa, desde la distancia, parecen un grupo de mariposas cansadas, reuniendo en silencio los bellos momentos de sus vidas. El hijo estaba entre las hojas que caían, sosteniendo un ramo de crisantemos blancos en su mano, contando la calidez del pasado al mausoleo de su madre...
La nostalgia es un estrecho poco profundo.
En silencio, se encontraba al borde de la costa. Miró, mirando a través del agua. Su rostro estaba lleno de anhelo y anhelo, y sus ojos nublados estaban humedecidos por la leve brisa del mar. La gaviota pasó volando por su vista, y vio a la gaviota volar muy lejos, llegando al otro lado del continente, volando y jugando con sus parientes. La marea del mar se levantó formando olas brillantes y blancas, como si estuviera a punto de arrasar la costa, pero el pequeño viento y las olas no pudieron detener su profundo amor por ambos lados del estrecho.