Poesía sobre los profesores

Los gusanos de seda de primavera no se quedarán sin seda hasta que mueran, y las antorchas de cera se convertirán en cenizas antes de que se sequen sus lágrimas. Colándose en la noche con el viento, humedeciendo las cosas en silencio

Caer rojo no es algo desalmado, se convierte en barro primaveral para proteger las flores

La profesión más gloriosa bajo el sol, la ingeniero del alma humana;

Los maestros son como velas, se queman a sí mismos e iluminan a los demás.

Somos las flores de nuestra patria y los maestros son jardineros trabajadores.

No hay un yo en mi corazón para pretender ser otros, estoy dispuesto a ser como barro para humedecer la fragancia.

El pelo plateado de la grulla refleja el sol y la luna, y el corazón ferviente fecunda nuevas flores.

Cuando tres personas viajan juntas, debe estar mi maestro.

Una vez maestro, siempre padre.

Todo lo que me has dado es mi maestro.

Extiende todos los hilos de tu corazón y dedica tu vida a infinitas cosas.

La enseñanza es como la brisa primaveral, y la bondad del maestro es como el fondo del mar.

Ven con corazón y vete sin hierba