¿Muerden los lagartos indonesios?

Sí, los dragones de Komodo tienen antecedentes de matar personas.

En 2009, un guardabosques llamado Mayne en el Parque Nacional de la Isla de Komodo en Indonesia llegó a la oficina por la mañana y fue mordido por un dragón de Komodo que acechaba debajo de la mesa, pero su colega corrió rápidamente y lo envió a a tiempo el hospital de la isla de Flores, que está muy cerca de la isla de Komodo.

Si una persona resulta herida y no puede caminar, será devorada por el dragón de Komodo. En 2009, un recolector de frutas se cayó de un árbol, resultó herido y fue devorado por varios dragones de Komodo.

El dragón de Komodo sigue siendo un animal muy peligroso y su mordedura no suele ser mortal si se trata a tiempo.

En general, la tecnología médica actual puede evitar que las personas mueran tras ser mordidas por un dragón de Komodo.

El dragón de Komodo es el lagarto carnívoro más grande, alcanza una longitud media de 2 a 3 metros y suele pesar 70 kilogramos. Estos lagartos gigantes viven en las islas indonesias de Komodo, Rinca, Flores, Gili Modang y Gilida Sami, donde se encuentran en la cima de la cadena alimentaria.

Las toxinas contenidas en la boca del dragón de Komodo no son toxinas químicas en el sentido general, sino proteínas macromoleculares secretadas por las glándulas venenosas del dragón de Komodo. Además, la saliva del dragón de Komodo también contiene varias bacterias mortales.

Bacterias en la saliva de los dragones de Komodo:

Las 50 a 80 especies de bacterias en la boca del dragón se clasifican en tipos (grampositivas o gramnegativas) y procesos metabólicos ( anaeróbico), aeróbico, microaerófilo o facultativo) difieren en fisiología, tasa de crecimiento y patogenicidad.

Entre estas especies bacterianas, dos son las que se multiplican más rápido y son más mortales. La primera es Pasteurella y la segunda es Pseudomonas aeruginosa.

El cóctel mortal de bacterias en los dientes del dragón de Komodo y toxinas en su saliva puede matar a su presa en apenas unos días.

La acción habitual de estos venenos es entrar en contacto con los fluidos corporales y la sangre después de que la herida se rompe. Así cazan los dragones de Komodo.

Las bacterias de los dientes del dragón de Komodo circulan profundamente en los tejidos del animal mordido a través de la circulación de fluidos corporales.

La pasteurella provoca inflamación del sistema respiratorio, haciendo que la respiración sea difícil y dolorosa. En casos más graves, las personas infectadas pueden desarrollar miocarditis y alteraciones del ritmo cardíaco, y pueden desarrollar problemas cardiovasculares, los cuales pueden ser fatales. Peor aún, si las bacterias pueden ingresar al sistema nervioso central y cruzar la barrera hematoencefálica, pueden causar meningitis o inflamación de los tejidos protectores del cerebro.