Las obras de Miró

Jean Miró (1893-1983)

Miró fue un maestro de la pintura del siglo XX y uno de los grandes genios de la pintura surrealista. La excelencia del arte de Miró no reside en sus retratos ni en la estructura de sus pinturas, sino en el humor fantástico de sus obras: este es uno de los elementos. Otra cosa destacable es que el mundo de fantasía de Miró es muy vívido. Sus seres orgánicos y bestias, incluso sus objetos inanimados, tienen una vitalidad apasionada que los hace sentir más reales para nosotros que lo que vemos todos los días.

Miró fue muy prolífico, con un estilo pictórico consistente pero variado. Incluso es difícil describirlo en términos generales. Sus primeras obras estuvieron influenciadas por Cézanne, Van Gogh, Picasso y los pintores fauvistas. Las obras pueden tener movimientos de colores y líneas extremadamente elegantes, o pueden tener un estilo cubista. A mediados de la década de 1920, estaba explorando algunos aspectos muy difíciles de su nuevo mundo, desde la complejidad de Arlequín hasta el encanto de obras como "El perro ladró a la luna" y "Un hombre lanza una piedra a un pájaro". sencillez. En 1928 visitó los Países Bajos y fue influenciado por algunos maestros holandeses. Produjo una serie de pinturas, titulada Interiores holandeses, que fueron ejemplos de metamorfosis de la realidad a la fantasía.

El Carnaval de Arlequín es el primer cuadro surrealista: una sensación de inversión en un espacio extraño. Se celebró una reunión fanática en el interior y sólo el ser humano estaba triste. El hombre tenía una barba bastante elegante, sostenía una larga pipa en la boca y miraba con tristeza al espectador. A su alrededor había todo tipo de bestias, animales pequeños y materia orgánica, todos muy felices. No hay ningún significado simbólico especial, el pintor representa plenamente una brillante imagen onírica.

La fantasía de "Paisaje catalán" es misteriosa pero vívida. En la pintura, dos planos, amarillo y naranja, se cruzan en una curva. Los cazadores y las presas están dibujados con líneas y formas geométricas. Algunos objetos increíbles se encuentran dispersos por la tierra, algunos reconocibles, otros parecen sugerir criaturas marinas o criaturas microscópicas.

Una obra más apasionante es "Naturaleza muerta con zapatos viejos", que muestra la profunda respuesta del artista apolítico a los fascistas que lucharon en la Guerra Civil Española. La imagen de "Naturaleza muerta con zapatos viejos" es clara, con zapatos viejos, una botella de vino, una manzana clavada en un tenedor y una barra de pan cortada que se convierte en una calavera en un extremo. Todo ello dispuesto en un espacio esquivo, de colores repelentes, negros y formas amenazantes. Esta obra no es especialmente simbólica, pero refleja el dolor y el disgusto de Miró por lo que estaba sucediendo en su querida España. Utilizó objetos, colores y formas para denunciar la decadencia, el desastre y la muerte. Durante este período, Miró pintó un autorretrato de dibujo lineal. Los ojos muy abiertos y los labios apretados reflejan su idea del terror. Dibujos duros e imágenes frontales hipnóticas marcan su herencia de su estilo anterior.