Un ensayo de 500 palabras sobre un pueblo bajo la luz de la luna
En el pueblo bajo la luz de la luna. Tiedan y su abuelo se sentaron juntos y hablaron. El abuelo dijo con esa voz débil: "Tiedan, dale la matrícula que te di a la escuela y no gastes más dinero en mí". "¡No! Abuelo. Mi único pariente. Solo te quiero a ti y nada más... ..." "Tú..." El abuelo suspiró.
Estaba tan oscuro que ni siquiera podía ver mis dedos. Tiedan ayudó al abuelo a caminar hasta la cama. Ayuda al abuelo a acostarse. Después de ver al abuelo quedarse dormido, salió de puntillas de la destartalada casa con techo de paja.
Entró en la fábrica, caminó hasta una pequeña casa y llamó a la puerta. Vi que la puerta se abrió rápidamente y una persona salió. El hombre sostuvo un cigarrillo, miró a Tiedan y dijo: "Aquí vamos de nuevo, muchacho". Pero es más feo que llorar. "Estoy aquí para mover ladrillos y ganar dinero", repitió Tiedan. "Mueve esa pila de ladrillos hacia allí". Estaba tan oscuro que casi no se podía ver a nadie. Tiedan se movió y finalmente terminó de moverse. El hombre vio las manos sucias de Tiedan buscando dinero. Arrojó unos cuantos dólares con disgusto y cerró la puerta de un portazo.
Cuando Tiedan llegó al hospital, encontró a un médico y le preguntó: "Tía, ¿tienes suficiente dinero?". El médico mostró una expresión de disgusto al principio, luego miró el dinero en la mano de Tiedan e inmediatamente. sonrió. Dijo: "Oh, este dinero apenas es suficiente". Mientras decía esto, se metió el dinero de Tiedan en el bolsillo. "Puedes llevarme a ver a ese anciano".
Tiedan entró en la destartalada casa con techo de paja con el cinturón del médico. Cuando el médico lo vio, empezó a fingir que lo hacía. Le dijo a Tiedan: "Tu abuelo está a punto de morir". Después de escuchar esto, Tiedan fue alcanzado por un trueno. "¡Imposible! ¡Esto es imposible!" "Lo creas o no, ya lo descubrí". Después de decir esto, el médico salió corriendo de la destartalada cabaña con techo de paja. De repente, Tiedan se arrodilló frente a la cama de su abuelo y comenzó a llorar. El abuelo tosió y se golpeó el pecho de dolor. Al ver a su abuelo sufrir tanto, Tiedan se sintió aún más incómodo. La gente se sintió atraída por los gritos. "¿Qué está pasando? ¿Qué está pasando?" "No lo sé". Tiedan vio que la gente se acercaba, así que dijo: "¡Salven a mi abuelo!". La multitud permaneció inmóvil, observando la emoción. Cuando Tiedan vio que nadie se movía, se acostó frente a su abuelo y lloró amargamente.
En este pueblo iluminado por la luz de la luna, de vez en cuando se escucha un estallido de gritos estridentes que resultan escalofriantes.