Esa escena es inolvidable para mí.
He visto el mar rugir con espuma blanca, pero no puedo recordar el impulso que parecía lavar el cielo; he visto truenos y relámpagos destellando con una luz fuerte, pero no puedo recordar eso. si la valentía de Tianji va a ser destrozada.
Sólo esa escena es inolvidable para mí. En esa escena, el cielo ya no estaba brillante; en esa escena, estaba lleno de tristeza; en esa escena, entendí un sentimiento.
Todo sucedió tan de repente. Parece que todo es una ilusión; parece que no ha pasado nada. Pero algunas personas sí murieron y otras cayeron...
¿Qué podemos hacer ante esos gemidos de impotencia una y otra vez? Sólo podemos hacer nuestro mejor esfuerzo para salvarlo. En ese momento, cuando vi las escenas del documental a través de reportajes de televisión, mi alma quedó profundamente conmocionada. Una de las escenas es inolvidable para mí. Después del terremoto, los padres se reunieron rápidamente alrededor de las ruinas del jardín de infantes y siguieron gritando los nombres de sus hijos. Al principio, los niños todavía podían dar una respuesta débil en las ruinas, pero a medida que el tiempo pasaba segundo a segundo, la respuesta ya no era fuerte. . Cada vez más débil. Los padres sólo podían sentarse impotentes al borde de las ruinas, esperando ansiosamente a que llegara el equipo de rescate.
El director del jardín de infancia, Li Juan, rompió a llorar al recordar la situación cuando el equipo de rescate descubrió al profesor Qu Wanrong. "En ese momento, el Maestro Qu se arrojó al suelo, bloqueando firmemente la tabla de cemento derrumbada con su espalda y sosteniendo con fuerza a un niño en sus brazos. El niño fue rescatado, pero el Maestro Qu nos dejó para siempre".
En las ruinas del jardín de infantes, el reportero vio pequeñas almohadas y edredones utilizados por los niños, así como pequeños zapatos esparcidos por todas partes. La gente ya no quiere imaginar el pánico y la impotencia en ese momento, pero es precisamente gracias a gente común como el Maestro Qu que se han salvado más niños.
Después de ver este documental, mi corazón no pudo calmarse por mucho tiempo cuando vi al maestro en el documental sosteniendo fuertemente a un niño en sus brazos, usando su espalda para bloquear la tabla de cemento derrumbada. Cuando salvé al niño pero me sacrifiqué, me llenó de admiración por este maestro. El comportamiento del maestro de sacrificar su propia vida para salvar a un niño que no tiene ningún parentesco consanguíneo con él es digno de nuestra admiración.
Nunca olvidaré esa escena.