¿Cuál es la mayor diferencia entre el matrimonio y el amor?
La primera diferencia es: el amor es romance, pero el matrimonio son sólo necesidades diarias. Cuando nos enamoramos, se puede ver que todo el proceso está lleno de romance, dulzura, sorpresa, ritual, etcétera. Pero después de casarte, puedes pensar más en si hoy no hay sal en la casa, si habrá agua mañana, etc... Todo esto es inevitable en la vida real.
La segunda diferencia: enamorarse significa agradar, pero casarse es lo apropiado. Cuando estás enamorado, puedes decir que me gusta esta persona. Si esta persona es alta, guapa o hermosa, quiero estar con él, quiero tener una experiencia con él, pero el matrimonio no es posible. Depende de si nuestros tres puntos de vista son compatibles; si nuestras familias son compatibles; si nuestro estatus social es adecuado, etc., etc., etc., para que podamos tener un buen matrimonio.
La tercera diferencia: el amor es impulsivo, pero el matrimonio requiere precaución. Puedo ser muy impulsivo y perseguir a alguien por los latidos de mi corazón, perseguirla locamente y enamorarme de ella, pero debo tener cuidado al casarme. Porque si te casas impulsivamente, encontrarás algunos problemas que no podrán resolverse en absoluto en el futuro y serás muy doloroso. Creo que mucha gente siente esto. Estas son las tres principales diferencias entre el amor y el matrimonio que resumimos.
De hecho, ¿cuál es la diferencia fundamental? Se trata de la diferencia en la frescura. Alguien dijo una vez algo interesante. Dijo que cuando estás enamorado, si te acuestas con esta persona hoy, todavía querrás acostarte con ella mañana. Pero después de casarte, lo harás. Duerme con esta persona hoy y mañana. ¿Por qué sigues durmiendo con esta persona? Es porque el amor se trata más de expectativas y el matrimonio se trata más de disgusto.
Entonces, ¿esta persona ha empeorado? ¡No! Es porque te falta la gestión necesaria. Mucha gente tiene este malentendido. Piensan que alguien ha dicho antes que el matrimonio es la tumba del amor. En otras palabras, piensan que el matrimonio es el fin del amor y que todos viviremos juntos. el futuro, ¿verdad? De hecho, no es así. El matrimonio es el verdadero comienzo de una relación. El comienzo de un período de realidad, es decir, cuando te casas, tienes que dedicar más tiempo a gestionarlo que a enamorarte, ¡para poder encontrar mejor la felicidad!