Red de conocimiento de abogados - Derecho de sociedades - Esa vez entendí__Ensayo 500 palabras

Esa vez entendí__Ensayo 500 palabras

Esa vez aprendí__Los ejemplos de composición son los siguientes:

1. Esa vez aprendí la perseverancia

En nuestras vidas, a veces puede haber algunas dificultades y contratiempos, pero si podemos perseverar, podremos superarlos. Recuerdo que una vez participé en una competencia de carrera en la escuela. Aunque no era el más rápido, aprendí la importancia de la perseverancia.

Cuando empezó la carrera corrí muy rápido, pero pronto descubrí que había perdido fuerzas. Sentí las piernas como plomo y mi respiración se hizo entrecortada. Quería rendirme, pero sabía que no podía. Me dije a mí mismo que mientras persistiera, obtendría buenos resultados.

Seguí corriendo a pesar de que me dolían mucho las piernas y los pulmones. Sin embargo, seguí pensando: si puedo aguantar un minuto más, definitivamente llegaré a la meta. Poco a poco encontré un ritmo y trabajé duro para mantenerlo. Finalmente llegué a la meta. Aunque no fui el primero, sabía que había ganado un juego más importante: el juego de la perseverancia.

A partir de ese momento entendí la importancia de la perseverancia. Sé que no importa las dificultades y reveses que encontremos, mientras persistamos, podremos superarlos. Este principio también se aplica a nuestra vida y estudio diarios. Cuando encontramos dificultades, no podemos rendirnos, sino que debemos seguir trabajando duro y encontrar una solución al problema. Sólo así podremos realmente crecer y progresar.

2. Esa vez aprendí el respeto

Fue una experiencia inolvidable que me hizo comprender el significado del respeto. Era una tarde soleada y mis amigos y yo estábamos jugando juntos. Lo estábamos pasando muy bien, pero de repente vimos a un anciano vendiendo fruta al borde del camino.

Su rostro estaba cubierto de arrugas y sus manos temblaban. Parecía cansado, pero seguía vendiendo fruta con una sonrisa. Mis amigos y yo nos sentimos muy incómodos y decidimos ayudar al anciano.

Nos acercamos y compramos muchas frutas en su puesto de frutas. Le pagamos y le ayudamos a trasladar la fruta a su casa. Me calentó el corazón cuando nos agradeció.

En ese momento aprendí el respeto. Entiendo que el respeto no es sólo un signo de cortesía y humildad, sino también una especie de cuidado y comprensión hacia los demás. Debemos respetar a todas las personas sin importar su edad, género, raza, religión, etc.

El respeto nos permite comprender mejor a los demás y nos permite valorar más nuestra propia vida y nuestro tiempo. Debemos respetar los resultados y las contribuciones de todos, sin importar quiénes sean o qué hagan.

Esa experiencia me hizo comprender la importancia del respeto. Entiendo que sólo respetar a los demás puede acercarnos a la perfección.

3. Esa vez aprendí a perseverar

Era una tarde cualquiera y estaba sentado en el balcón leyendo un libro. Mientras leía el libro, me llamó la atención una palabra: "persistencia". Esta palabra me hace pensar, esta palabra me hace entender mucho.

Era la tarde de una reunión deportiva. Vi a todos los atletas dando lo mejor de sí y compitiendo por el primer lugar. Sudan profusamente y trabajan incansablemente. Mientras estaba sentado en las gradas observando sus esfuerzos, comencé a pensar: ¿por qué son tan persistentes? ¿Por qué pueden trabajar tan duro en el campo? ¿Qué los motiva?

Lo entiendo, eso es perseverancia. En lo que insisten es su sueño, en lo que insisten es su meta. Cada movimiento de sus brazos y cada comienzo es para realizar sus sueños y metas. Su perseverancia les permite sacar lo mejor de sí mismos en el campo.

A partir de ese momento comencé a entender la perseverancia. Entiendo que sólo la perseverancia puede lograr nuestros sueños y metas. No importa las dificultades y desafíos que encontremos, mientras persistamos, podremos lograr nuestros sueños y metas.

Esa vez aprendí a perseverar. Sé que sólo la perseverancia puede hacernos llegar más lejos en el camino de la vida, y sólo la perseverancia puede permitirnos realizar nuestros sueños y metas.

4. Esa vez comprendí el poder de la perseverancia.

En nuestras vidas, a menudo escuchamos la frase “la persistencia es la victoria”, pero esa experiencia me hizo entender realmente esta verdad.

Era un invierno frío y me estaba preparando para el próximo maratón. He estado entrenando duro, levantándome a las seis de la mañana todas las mañanas, trotando durante una hora, luego entrenando fuerza, luego corriendo a velocidad y finalmente entrenando carreras de larga distancia. Estaba exhausto todos los días, pero nunca pensé en rendirme.

Por fin llegó el día de la competición. Me paré en la línea de salida, mi corazón latía rápido y mis palmas sudaban. Recuerdo claramente que mi objetivo era terminar la carrera, sin importar el resultado.

La carrera comenzó y aceleré rápidamente, pero pronto me sentí cansado. Empecé a reducir la velocidad, pero sabía que no podía parar. Me dije a mí mismo: "La persistencia es la victoria".

A mitad de la carrera, comencé a sentir dolor y fatiga. Mis pasos se hicieron cada vez más pesados ​​y mi respiración se hizo cada vez más rápida. Sin embargo, todavía no me rendí. Me dije a mí mismo: "Mientras persistas, lo lograrás".

Finalmente, finalmente llegué a la meta. Me siento muy cansado, pero me siento muy satisfecho. Sé que he hecho todo lo que puedo. Entiendo el poder de la perseverancia y que sólo a través de esfuerzos y perseverancia incansables podemos lograr nuestros objetivos.

Esa experiencia me convenció aún más: "La persistencia es la victoria". Esta frase no es sólo un eslogan, sino también una especie de fe y fuerza. Me hizo comprender que sólo a través de esfuerzos incansables y perseverancia podemos superar las dificultades y alcanzar nuestras metas. Por lo tanto, no importa las dificultades y desafíos que encuentre, persistiré porque sé que sólo persistiendo puedo ganar.

5. Esa vez aprendí el respeto

En nuestra vida diaria, escuchamos a menudo la palabra "respeto". Pero, ¿entendemos realmente su significado y valor? A través de una experiencia especial, entendí profundamente la importancia del respeto.

Era un domingo normal y corriente. Mi madre y yo fuimos a la biblioteca pública de nuestra ciudad. Me encanta leer y la biblioteca es un lugar importante para mí para encontrar conocimientos y explorar el mundo. Ese día, sin embargo, noté un fenómeno desagradable.

En la zona de lectura de la biblioteca vi a unos jóvenes hablando en voz alta y sus móviles sonando con frecuencia. Parecen no ser conscientes del impacto que sus acciones tienen en otras personas. Miré a mi alrededor y vi a mucha gente leyendo, algunos preparándose para los exámenes y otros disfrutando tranquilamente de la lectura. Sin embargo, el comportamiento de estos jóvenes sin duda rompió la tranquilidad de la biblioteca.

Me armé de valor, me acerqué a los jóvenes y cortésmente les recordé que hablar demasiado alto podría molestar a otros lectores. Al principio, parecían un poco impacientes con mi recordatorio, pero cuando les expliqué mis preocupaciones, comenzaron a comprender y disculparse.

Esta experiencia me hizo darme cuenta de la importancia de respetar a los demás. No importa en lugares públicos como bibliotecas, parques, autobuses, etc., debemos respetar los sentimientos de los demás. El comportamiento de cada uno afectará a los demás, por lo que debemos guardar silencio conscientemente, mantener limpio el medio ambiente y respetar las normas públicas.

El respeto no es sólo un comportamiento moral, sino también una manifestación de civilización y alfabetización. A través de esta experiencia, aprendí la importancia del respeto y aprecié el buen tiempo que pasé en la biblioteca con mi madre.