¿Qué hacer si te sientes molesto?
1. No estés ansioso por hablar.
Cuantos más problemas tengas en tu corazón, menos ansioso estarás por hablar con alguien. A veces, hablar más puede exagerar e inflar el dolor. Cuanto más hablas, más agraviado y reticente te sientes. Cuanto más hables, más pensarás lo peor de las cosas. Primero aprende a calmarte. Esto lo puedes hacer respirando profundamente, estando solo por un rato o incluso acostándote para descansar y dormir. A veces, los demás no pueden sentir empatía contigo, a veces, los demás están indefensos y, a veces, los demás no pueden brindarte el apoyo y la ayuda que deseas. En lugar de quejarse y culpar, es mejor dedicar tiempo y energía a animarse, mejorar y manejar mejor las cosas. Aprenda a ser un adulto tranquilo. No seas emocional, no actúes impulsivamente y no derrames todas las preocupaciones de tu corazón. Una persona verdaderamente fuerte no significa que no haya experimentado dificultades, sino que ha aprendido a convertirse en una mejor versión de sí mismo a través de las dificultades.
2. La aceptación ha ocurrido
Cuando nos encontramos con un problema, siempre elegimos evitarlo y rechazarlo. De hecho, dado que han sucedido cosas, ya sean buenas o malas, primero hay que aceptarlas. Porque quieras o no, sucede lo que no quieres que suceda. Especialmente cuando te encuentres con todo tipo de cosas malas repentinas, no siempre pienses en cómo sería antes, no siempre quieras arrepentirte, y mucho menos preocuparte demasiado por ello. Cuanto más lo evites, más daño y desgracia te traerá. Sólo cuando aceptes todo lo que sucede podrás afrontar y lidiar mejor con los problemas y dificultades. No creas que si no lo aceptas se pueden obtener malos resultados, y no creas que si no te gusta las cosas tomarán un nuevo rumbo y nuevas esperanzas. A veces, ahora que algo ha sucedido, no tienes otra opción. Lo único que puedes hacer es afrontar esos problemas que son como tigres de papel, porque en este mundo, excepto la vida y la muerte, todo lo demás es trivial. Mientras no te desanimes, nadie podrá derribarte.
3. Buscar las razones en nuestro interior
Muchas veces, cuando surgen problemas, siempre queremos eludir la responsabilidad. Si la comunicación entre dos personas no es buena pensaremos que la otra parte no te entiende. Si la cooperación falla, pensamos que la otra parte le está poniendo las cosas difíciles deliberadamente. Si no hacemos algo bien pensamos que es porque no tenemos la suerte. Pase lo que pase, una persona debe aprender a encontrar la razón en sí misma. Porque sólo cambiando tu actitud podrás reconocer y comprender tus defectos y deficiencias, descubrir qué es lo que no estás haciendo lo suficientemente bien y cambiar las partes que se pueden mejorar. Incluso si la otra persona también está equivocada, no podemos cambiar ni culpar a los demás. La única persona que podemos cambiar en última instancia somos nosotros mismos. Cuando haces todo lo posible por ser tú mismo, puedes promover mejor tu propio éxito, compensar mejor los errores y controlar mejor la iniciativa en tus propias manos. Sólo mediante el autoexamen puede una persona crecer y progresar. Culpar ciegamente a los demás no sólo no servirá de nada, sino que también herirá los sentimientos y las relaciones entre las personas y tolerará sus propios errores y deficiencias.
4. Lee y estudia más
A veces, cuando una persona se siente frecuentemente infeliz, puede no ser que haya encontrado dificultades que no pueda superar, ni que haya encontrado obstáculos que no puede ser superado, pero que él no es suficiente sabiduría. El mismo problema, si lo piensas en grande, se volverá grande. Piensa en ello en pequeño y se volverá pequeño. Para el mismo proceso, si lo consideras difícil, se volverá difícil; si lo consideras fácil, se volverá fácil; El mismo resultado, si lo piensas mal, será muy malo; si no lo piensas mal, será bueno; A veces, lo que nos atrapa no es el tamaño de la cosa en sí, sino el tamaño de nuestras limitaciones cognitivas, que determina si las cosas que encontramos son grandes o pequeñas. En la vida, algunas personas sienten que incluso si son azotadas por una tormenta, será pan comido. A algunas personas les resultará insoportable incluso si se encuentran con algo grande. Cuando leas y estudies más, podrás mejorar continuamente tu propia estructura y ámbito, de modo que no entres en pánico cuando encuentres problemas, y mucho menos te quedes atrapado.
5. Ajusta tu mentalidad
Todo el mundo tiene bajos emocionales cuando se encuentra con problemas, y se necesita tiempo para resolverlos. También requiere un proceso de aceptación y adaptación. Pero no te entregues a ello por mucho tiempo, no te deprimas por ello y no te rindas, sino aprende a ajustar tu mentalidad y empezar de nuevo. En este mundo, puede haber algunas cosas que no se pueden empezar de nuevo, algunas pérdidas que nunca se recuperarán y algunos arrepentimientos que tal vez no se puedan compensar.
Pero podemos aprender de la experiencia y las lecciones, o mejorarnos constantemente, para mejorar nuestra vida futura. Nueve de cada diez cosas en la vida son insatisfactorias. Si encuentras algo infeliz, tienes que enojarte, luchar con ello y competir contigo mismo. Al final, las malas emociones te secuestrarán. Lo pasado ya pasó y lo que está por venir volverá. Debes aprender a adaptarte constantemente y luego afrontar las diversas pruebas y desafíos que la vida te depara con una actitud positiva y optimista. Lo que importa no es dónde caíste, sino si te levantaste de donde caíste y continuaste con tus nuevos días y tu viaje.