¿Cuáles son los panegíricos para las madres?
Así:
1. Hoy, con gran pesar, toda nuestra familia lamenta la lamentable muerte de nuestra madre y se despide definitivamente de su cuerpo. Mi querida madre, que dio a luz a niños y trabajó duro día y noche para esta familia, finalmente abandonó su ciudad natal para siempre debido a una persistente enfermedad el XX de junio del año XX d.C. Simplemente se fue en silencio y con tanta prisa. XX años. Hoy, tus hijos se arrodillan ante tu alma y se llenan de dolor y pensamientos.
2. Hoy, con el corazón muy apesadumbrado, toda nuestra familia lamenta la lamentable muerte de nuestra madre y nos despedimos definitivamente de su cuerpo. ¡mamá! Cuando te vas, Dios te envía una fuerte nevada que nunca ha sucedido en un siglo para despedirte. Los copos de nieve en el cielo son billetes esparcidos y la nieve en el suelo es la ropa de luto. ¡Serás enterrado por An! ¡mamá! Te has ido, dejándonos con pensamientos y tristezas interminables.
3. Hoy, con el corazón muy apesadumbrado, toda nuestra familia lamenta la lamentable muerte de nuestra madre y nos despedimos definitivamente de su cuerpo. Mamá, debemos recordar tus instrucciones, debemos unirnos, ayudarnos y vivir una vida mejor. Mamá, no te preocupes, no te preocupes. ¡Descansa en paz, buen viaje!
4. Hoy, con el corazón muy apesadumbrado, lamentamos la trágica muerte de mi madre. Mi madre sufrió una insuficiencia pulmonar grave que le provocó una enfermedad cardíaca pulmonar. Después de que falló la reanimación, lamentablemente falleció a las 4:18 del 26 de abril de 20xx a la edad de 73 años. Aquí, en nombre de toda nuestra familia, quisiera agradecer a todos mis familiares, amigos, compañeros del pueblo y hermanos y hermanas de la iglesia por tomarse la molestia de venir a expresar mis condolencias a mi madre.
5. Mi madre falleció el día X del mes XX, a la edad de ochenta y cuatro años. Mi madre se despidió de este mundo tranquilamente, tumbada allí en silencio, mostrando un rostro tranquilo y amable, sin ningún signo de dolor antes de morir. Peinamos suavemente el cabello de mi madre y miramos su rostro dormido. Ella simplemente no lo creía. Me fui sin dejar ninguna última palabra. Ya no pude controlarme y dejé que las lágrimas fluyeran libremente por mi rostro.