La luz de advertencia de la fotocopiadora está encendida. ¿Qué debo hacer si no puedo hacer copias?
Generalmente la alarma es que hay un problema con el cartucho de tinta, o no está insertado correctamente.
El inventor de la fotocopiadora, Chester Carlson (también traducido como Chester Carlson), fue originalmente un abogado de patentes, investigador a tiempo parcial e inventor. Su trabajo en la Oficina de Patentes de Nueva York requería copiar numerosos documentos importantes. Carlson sufría de artritis y copiar archivos le resultaba una tarea dolorosa y monótona.
Esto le animó a realizar experimentos sobre Fotoconductividad y estimó que se podían hacer fotocopias de la forma más sencilla. Carlson realizó experimentos de electrofotografía en la cocina de su casa y solicitó una patente para la tecnología del proceso en 1938. Creó los primeros productos de fotocopia utilizando láminas de zinc enmascaradas con azufre. Construyó la primera "fotocopiadora" utilizando una placa de zinc recubierta de azufre.
Las palabras "22-10-38 Astoria" estaban impresas en un portaobjetos de microscopio que se expuso a azufre y se expuso a una luz intensa. Después de retirar las diapositivas, la imagen especular de esas palabras permaneció en el azufre. Carlson planeó vender su invento a varias empresas, pero el proceso era inmaduro y no se materializó.
Principios de las fotocopiadoras
En esa época, una gran cantidad de trabajo de copia se realizaba utilizando papel carbón o fotocopiadoras, y la gente no tenía una gran demanda de fotocopiadoras electrónicas. Entre 1939 y 1944, Carlson fue rechazado por más de 20 empresas, incluidas IBM y General Electric, ninguna de las cuales pensó que habría una demanda significativa de fotocopiadoras en el mercado. ?
En 1944, una organización sin fines de lucro con sede en Columbus, Ohio, contrató a Carlson para perfeccionar su nuevo proceso. Durante los siguientes cinco años, la agencia llevó a cabo muchos experimentos para mejorar el proceso electrofotográfico. En 1947, Haloid (una pequeña organización con sede en Nueva York que en aquella época fabricaba y vendía papel fotográfico) se acercó a Battelle para obtener una licencia para desarrollar y vender una fotocopiadora basada en esta tecnología.
Haloid se dio cuenta de que el término "electrofotografía" era demasiado complejo y poco memorable. Después de consultar con un profesor de lenguas clásicas de la Universidad Estatal de Ohio, Haloid y Carlson cambiaron el nombre del proceso a "Xerografía", derivado de la palabra griega que significa "escritura seca". Haloid decidió llamar a la nueva fotocopiadora "Xerox" y en 1948 Xerox se convirtió en una marca comercial.