Los productos patentados deben llevar un número de patente.
Si se modifica la fórmula patentada, significa que el producto ya no cumple con el alcance de la protección de la patente. Por lo tanto, marcar el número de patente en el empaque del producto puede inducir a error a los consumidores y causar disputas innecesarias. Además, marcar el número de patente también puede considerarse fraude y debe manejarse con precaución.
Si el solicitante necesita modificar la solución técnica en la solicitud de patente, debe presentar una solicitud de modificación a la Oficina Estatal de Propiedad Intelectual, garantizando al mismo tiempo que la producción real sea consistente con la fórmula patentada. Una vez aprobada la solicitud de modificación, el número de patente se puede marcar en el embalaje del producto.