"La paz es para las mujeres y los débiles, pero los imperios se construyen mediante la guerra".
Descripción del problema:
Esta guerra clásica que estalló en el siglo XIII a.C. no se debió a la legendaria reina Helena de Esparta secuestrada por el príncipe troyano Paris, sino por un practicante que amaba las grandes riquezas de Troya. Esta nación insular montañosa en la costa occidental del Mar Egeo se considera un paraíso en la tierra. De hecho, Agamenón deseaba Troya desde hacía mucho tiempo. Menelao se enojó mucho y le preguntó: "Hermano, ¿irás conmigo a la guerra?". Agamenón dijo estas palabras: La paz es dominio exclusivo de las mujeres y de los débiles, los imperios se crean mediante la guerra. El viejo rey Príamo pensó que podía descansar tranquilo dentro de los muros. Pensó que los dioses lo protegerían, pero los dioses sólo protegían a los fuertes.
Análisis:
Desde un punto de vista humanista, sus palabras tienen el tono de un conquistador, pensando que el casco de hierro puede pisotearlo todo, y los dioses pueden bendecirlo con la mayor Mujeres y niñas hermosas en el mundo, pero esto es sólo una imaginación. La paz no es una patente de mujeres y débiles, sino una idea común de la humanidad. Pero lo más sorprendente es que el mundo real está dominado por los débiles y los fuertes. No es Dios quien protege a los fuertes, sino a los fuertes que creen que son la encarnación de Dios. Los fuertes siempre se vuelven fuertes, esta es una verdad irrefutable. Las guerras actuales no se pueden comparar con las guerras antiguas. Aunque la riqueza y la belleza no son el propósito de la competencia, aún habrá guerras. Aquellos que se esfuerzan por la obediencia tendrán sus propios planes y las guerras serán impulsadas por intereses.