La primera zona está compuesta principalmente por los principales medios de comunicación y fuerzas positivas en línea.
La zona roja está compuesta principalmente por los principales medios de comunicación y fuerzas positivas en línea.
La llamada zona negra se compone principalmente de algunos comentarios negativos en Internet y en la sociedad, y también incluye opiniones públicas creadas por diversas fuerzas hostiles. Sabemos que hay muchas conversaciones negativas en la sociedad, especialmente en línea. Estos comentarios, que exudan energía negativa y contienen muchos puntos de vista erróneos, no sólo son inconsistentes con los principales valores ideológicos defendidos por el partido y el país, sino que en muchos casos son contrarios a ellos. Incluso atacan a la opinión pública dominante y al discurso positivo, y hacen todo lo posible para desacreditar y difamar al partido y al país.
Esto ciertamente no es algo común, pero su influencia y daño no pueden subestimarse. En concreto, existen diferentes situaciones de discurso negativo en zonas negras. Uno de ellos son los comentarios negativos ocasionales hechos por personas comunes y corrientes o internautas. Esta suele ser una queja caso por caso, y el público inevitablemente tendrá algunas emociones y hará comentarios negativos sobre ciertas cosas. La sociedad moderna es una sociedad diversificada. Debido a la complejidad de la sociedad y a la arbitrariedad subjetiva de las personas, no es de extrañar que aparezcan ciertos comentarios negativos, y son tolerables.
El segundo son algunos prejuicios obstinados y puntos de vista erróneos que aparecen una y otra vez. Su tendencia es evidente y es un discurso negativo relativamente típico, pero no se considera una reacción política. El tercero son algunos comentarios reaccionarios con claros propósitos políticos. Ya no se trata de prejuicios generales o de opiniones erróneas, sino de una lucha política en forma de opinión pública e ideológica.
La cuarta es la opinión pública creada por fuerzas hostiles fuera del país, que se compromete a ampliar la influencia de los valores occidentales y formar una opinión pública que sea beneficiosa para los países extranjeros. Para la zona negra, debemos atacar tanto desde adentro como desde afuera y responder de manera integral. No solo debemos reprimirla desde afuera, sino también tener el coraje de ingresar a ella, promover sus cambios desde adentro y cambiar gradualmente su color.