Bandera francesa y logo de Pepsi-Cola.
Durante esta crisis, el famoso empresario Alfred Teele fue nombrado director general de PepsiCo. La principal esperanza, coincidieron él y su personal, era si Pepsi podría transformarse de una imitación barata de Coca-Cola en un refresco de primera categoría. Creen que este cambio llevará varios años. Se dieron cuenta de que el plan masivo para atacar a Coca-Cola tenía dos fases. En la primera fase, de 1950 a 1955, se tomaron las siguientes medidas: primero, mejorar el sabor de Pepsi-Cola; segundo, rediseñar y unificar la botella y la marca; tercero, rediseñar la campaña publicitaria y cambiar la imagen de; Pepsi-Cola; en cuarto lugar, Steele decidió centrarse en ocupar el "mercado de comida para llevar" que Coca-Cola había ignorado. Finalmente, Steele seleccionó 25 ciudades como foco de promociones especiales para aumentar la participación de mercado.
En 1955, Pepsi-Cola había superado todas sus principales debilidades y las ventas estaban creciendo dramáticamente. Steele estaba listo para planificar la segunda fase de la operación. La segunda fase implica un ataque directo al mercado de "sólo bebidas" de Coca-Cola, atacando específicamente los segmentos de rápido crecimiento de las máquinas expendedoras y de las bebidas congeladas. Además, se decidió lanzar nuevos formatos de bebidas embotelladas, brindando comodidad a los clientes tanto del “mercado para llevar” como del “mercado de bebidas congeladas”. Finalmente, PepsiCo ofrece asistencia financiera a proveedores que deseen comprar e instalar máquinas expendedoras de Pepsi. Estas medidas fueron tomadas por Pepsi-Cola de 1955 a 1960 y aumentaron considerablemente sus ventas. En menos de 10 años, las ventas de Pepsi se cuadriplicaron.