La tecnología de soldadura moderna se divide principalmente en tres categorías.
La soldadura se divide en soldadura por fusión, soldadura por presión y soldadura fuerte. La soldadura es un proceso en el que dos o más materiales homogéneos o diferentes se conectan formando un todo mediante la unión y difusión de átomos o moléculas. Los métodos para promover el enlace y la difusión entre átomos y moléculas son aplicar calor o presión, o ambos.
Durante el proceso de soldadura, la pieza de trabajo y la soldadura se funden para formar una zona fundida, y el baño fundido se enfría y solidifica para formar una conexión entre los materiales. En este proceso normalmente se requiere presión. Existen muchas fuentes de energía de soldadura, incluidas llamas de gas, arcos eléctricos, láseres, haces de electrones, fricción y ondas ultrasónicas.
La costura que se forma al soldar y conectar dos conectores se llama soldadura. Durante la soldadura, ambos lados de la soldadura se verán afectados por el calor de la soldadura y la estructura y las propiedades cambiarán. Esta área se llama zona afectada por el calor.
La soldadura moderna tiene muchas fuentes de energía, incluidas llamas de gas, arcos eléctricos, láseres, haces de electrones, fricción y ondas ultrasónicas. Además de su uso en fábricas, la soldadura se puede realizar en una variedad de entornos, como al aire libre, bajo el agua y en el espacio.
No importa dónde se realice la soldadura, ésta puede suponer un peligro para el operador, por lo que se deben tomar las medidas de protección adecuadas durante el proceso de soldadura. La soldadura puede causar daños al cuerpo humano, incluidas quemaduras, descargas eléctricas, discapacidad visual, inhalación de gases tóxicos, exposición excesiva a los rayos ultravioleta, etc.