Ocho mecanismos de defensa psicológica comunes
Los ocho mecanismos de defensa psicológicos comunes son:
(1) Represión: Es el mecanismo de defensa más básico, lo que significa que el individuo excluirá de la conciencia algunas experiencias o pensamientos amenazantes. Además, es un esfuerzo positivo, porque siempre hay algunos pensamientos en el nivel inconsciente del individuo que no están dispuestos a ser llevados al nivel consciente.
(2) Sublimación: Es un mecanismo de defensa activo y constructivo, que se refiere a transformar aquellos impulsos instintivos que son peligrosos o no reconocidos por la sociedad en comportamientos que sí son reconocidos por la sociedad.
(3) Sustitución: Se refiere a transferir los propios impulsos a un objetivo no amenazante, que es un segundo mejor enfoque.
(4) Negación: se refiere a negarse a aceptar la existencia de determinados hechos o negar inconscientemente alguna realidad dolorosa.
(5) Efecto inverso: Cuando tenemos pensamientos e impulsos peligrosos, se manifiestan de forma contraria.
(6) Racionalización: Los individuos utilizan inconscientemente explicaciones aparentemente razonables para justificar emociones, conductas y motivaciones inaceptables de modo que puedan ser aceptadas.
(7) Proyección: se refiere a atribuir los propios pensamientos y actitudes a los demás para deshacerse del concepto de “pienso así”.
(8) Regresión: Cuando un individuo se encuentra con un revés y no puede afrontarlo, muestra reacciones de comportamiento infantiles que no son proporcionales a su edad, abandona actitudes maduras y patrones de comportamiento adultos, y vuelve a un estado infantil. Puede sucederles tanto a niños como a adultos.
El mecanismo de defensa psicológica se refiere a la capacidad de un individuo para aliviar consciente o inconscientemente los problemas, reducir el malestar interior y restaurar el equilibrio y la estabilidad psicológicos cuando se enfrenta a situaciones estresantes como la frustración o el conflicto.