¿Es mejor ser abogado penalista o abogado civil?
En general, el salario de un abogado penalista será mayor, pero será más problemático. Los casos penales generalmente no son difíciles, porque los abogados son los que más sufren en este momento. A menudo reciben un doble golpe a la moral social y a la ética profesional. Además, puede encontrar clientes difíciles de mantener que se nieguen a cooperar con su trabajo, lo que le causará angustia. Además, como abogados penalistas, deben prestar atención a las estrategias de defensa, y utilizar la evidencia y el derecho como apoyo para convencer al juez es su objetivo final. Entonces, no puedes admitir a la persona equivocada. Si el abogado sigue intentando convencer al fiscal, el resultado será la mitad del esfuerzo y será impopular.
Los abogados civiles prestan principalmente servicios jurídicos en ámbitos tradicionales. En términos generales, se requiere aprobar el examen judicial nacional y tener una calificación académica no menor a una licenciatura. Si queremos discutirlo desde una perspectiva de género, las mujeres son más aptas para ser abogadas civiles, porque los litigios civiles son más complejos, y las mujeres son naturalmente más cuidadosas y tranquilas que los hombres, por lo que son más aptas para este tipo de trabajo. Además, esta profesión no requiere tantas actividades sociales como los abogados penalistas, lo que permite a las mujeres tener más tiempo y energía para cuidar de sus familias. Sin embargo, los abogados civiles ganan salarios más bajos. Big data muestra que el salario medio fluctúa básicamente entre 6.000 y 7.000. Si el requisito salarial es alto, es mejor convertirse en abogado penalista, al menos no tienes que preocuparte por ganarte la vida.
En definitiva, los abogados penalistas y los abogados civiles tienen sus propias ventajas. ¿Como dice el dicho? ¿360 líneas fuera de la parte superior? Elija un trabajo según sus propias necesidades y pasatiempos, en lugar de seguir a la multitud, escuchar fácilmente los chismes de otras personas y, finalmente, decidir ciegamente su carrera de por vida.