Los hábitos de vida de la tortuga rusa
En la naturaleza, las tortugas rusas se dedican principalmente a excavar. Prefieren suelos arenosos o arcillosos para facilitar sus excavaciones. La madriguera suele tener entre 30 y 78 cm (80-200 cm) de largo y se hincha en el extremo, donde la tortuga puede girar su cuerpo. Las lluvias de primavera son necesarias para ablandar el suelo lo suficiente como para facilitar la perforación de agujeros. Una vez que el suelo se seca, forma una costra, lo que hace prácticamente imposible cavar hoyos. Se retiran a sus madrigueras durante las olas de calor del mediodía y durante las noches activas. En lugares con mejores condiciones, habrá muchas cuevas una al lado de la otra. Se sabe que visitan cuevas vecinas y, a veces, varias tortugas pasan la noche en una cueva.
En estado salvaje, el período de máxima actividad de la tortuga rusa es bastante corto, sólo tres meses al año. Cada año, a principios de la primavera (de marzo a mayo), las tortugas se despiertan de la hibernación e inmediatamente comienzan a buscar pareja. Sus rituales de cortejo y apareamiento son algo inusuales. El macho se acercará a la hembra y la rodeará repetidamente, luego se detendrá y la mirará frontalmente. Él estiraba el cuello, la miraba directamente a la cara y movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo rápidamente. Durante este proceso, la tortuga macho ocasionalmente muerde y golpea a la tortuga hembra. El proceso de apareamiento también va acompañado de una serie de sonidos agudos de "cloqueo" y "chirridos".