Se amable con los demás en los buenos momentos y sé amable contigo mismo en la adversidad.
En el camino de la vida, debes aprender a ser amable con los demás, y también debes saber ser amable contigo mismo. Ser amable con los demás puede ayudarte a avanzar en la vida; ser amable contigo mismo puede hacer que tu vida sea más nutritiva. No importa a quién trates con amabilidad, la calidez en realidad fluye y el amor se retrasa. Al final, se entregará a los demás y te beneficiará.
En los buenos tiempos, piensa en ser amable con los demás. Ser obediente a uno mismo muestra paz a los demás; ser recto consigo mismo muestra humildad a los demás; ser feliz consigo mismo muestra calma a los demás. Incluso si no tienes un nivel tan alto, al menos no puedes ser arrogante, ostentoso o presumido. La bondad, a veces, es sólo un gesto amable, una actitud amable.
Ser de mente abierta no significa cuántas personas puedes albergar, sino a cuántas otras puedes albergar. En la tierra de los caballos que hacen girar, aceptando a muchos otros, debe tener el corazón más bondadoso del mundo. El trato amable es esencialmente un tipo de angustia. Por supuesto, si una persona siente lástima por los demás, el mundo también sentirá lástima por él.
Cuando estés en la adversidad, debes saber ser amable contigo mismo. Todos encontrarán dificultades y altibajos. Hay algunos arrecifes y bancos de arena peligrosos en el largo río de la vida que no se pueden evitar. Pero pase lo que pase, recuerda: si nadie en este mundo te ama, tienes que amarte a ti mismo. Si nadie se preocupa por ti, tienes que preocuparte por ti mismo. Sí, si sabes ser siempre amable contigo mismo, tu vida nunca fallará.
Ser amable con uno mismo significa aprender a perdonar y no insistir en los errores del pasado; significa aprender a dar un paso atrás y no luchar con deseos inalcanzables. Cuánto puedes perdonar y cuánto puedes retirarte es en realidad cuánto eres amable contigo mismo.
Ser amable contigo mismo en realidad significa hacer las paces contigo mismo. Si una persona puede dejar de competir consigo misma y dejarse llevar en cada situación, está poniendo su alma en el desierto y dándole libertad. Cuando la mente está relajada lo mejor es no tratarse mal.