Mi carrera favorita
Creo que las siguientes profesiones son las que me gustan
Algunas personas dicen que es genial ser profesor, ¡estar con niños todos los días te mantendrá joven para siempre! Sí, la docencia es mi profesión favorita, porque la docencia es la profesión más noble bajo el sol.
La razón por la que se dice que es “el más noble” y “el más glorioso” es porque los maestros son “ingenieros del alma humana”. Cuando construye una casa o un puente, lo llamamos ingeniero constructor; cuando diseña un proceso razonable para una fábrica, lo llamamos ingeniero industrial; cuando estudia cómo cultivar flores y embellecer mejor el medio ambiente, lo llamamos ingeniero; ingeniero horticultor. Sin embargo, los maestros son ingenieros del alma, lo que significa que dan forma a los pensamientos humanos, construyen el mundo espiritual de las personas, son diseñadores y creadores de la civilización espiritual y son jardineros del jardín espiritual. Ya sea en China o en el extranjero, la profesión docente existe desde hace mucho tiempo como una categoría profesional independiente.
En China, ya en la dinastía Zhou Occidental, había registros de "aprendizaje en el gobierno". En el período de primavera y otoño, surgieron uno tras otro un gran número de maestros de escuelas privadas encabezados por Confucio. , convirtiéndose en los primeros profesores de tiempo completo en la historia de la educación china. La aparición de profesores ha promovido en gran medida el desarrollo de la educación y el cultivo de talentos se ha vuelto popular.
“Los maestros predican, enseñan y resuelven dudas”. Difunden los principios de la vida, enseñan conocimientos profesionales y alivian la confusión. En este proceso, la antorcha del conocimiento se transmite de generación en generación. Por tanto, en mi opinión, los profesores se parecen más a miembros de un equipo en una carrera de relevos. La duración total de esta carrera de relevos es la duración total del tiempo humano. No hay antiguos antes ni recién llegados. No tiene fin. La historia nos ha dado un viaje específico. Tomamos el testigo del conocimiento de la generación anterior y luego corremos contra el tiempo hasta terminar nuestro viaje y pasar el testigo a la siguiente generación. El amor de los profesores por los estudiantes es desinteresado y es aún más valioso en la sociedad actual. No pido nada más, simplemente cuando me los encuentro en la calle, me llaman a gritos: "¡Hola, profesora!" Sólo esta simple frase me satisfará. Porque soy un maestro de pueblo glorioso.