Treinta y ocho cartas escritas por Rockefeller a su hijo
La primera carta: El punto de partida no determina el punto final
La segunda carta: La suerte depende de la planificación
La tercera carta: El cielo y el infierno son uno al lado del otro
Carta 4: Hazlo ahora
Carta 5: Determinate a competir
Carta 6: Hipoteca tu futuro
La séptima carta: Lo más aterrador es la bancarrota espiritual
La octava carta: Sólo rendirse conducirá al fracaso
La novena carta: La fe es oro
Carta 10: Sé leal a ti mismo
Carta 11: La codicia es necesaria
Carta 12: El infierno está lleno de gente buena
Carta 13: No hay algo así como un almuerzo gratis
Carta 14: Gente inteligente que es estúpida
Carta 15: La riqueza proviene del subproducto del trabajo duro
Carta 16: Don No pongas excusas
Carta 17: Tienes las semillas del éxito en tus manos
Carta 18: No tengo derecho a ser pobre
Carta 19: Sé el primero
Carta 20: Sólo asumiendo riesgos se pueden aprovechar las oportunidades
Carta Vigésima A: El insulto es una especie de motivación
Carta 22: Usa la fuerza para asustar a los oponentes
Carta 23: Ten espíritu de cooperación
Carta 24: Sólo ganarás si no estás dispuesto a mostrar debilidad
Carta 25: Que cada centavo traiga beneficios
Carta 26: La paciencia es la estrategia
Carta 27: El Dios de la Suerte favorece a los valientes
Carta 28: Si si crees sinceramente en ti mismo, habrá una solución
Carta 29: El fin es el comienzo
Carta 30: No dejes que los villanos te detengan
Carta 30: Propósito
Carta 32: Rechazar la culpa, rechazar la recomendación
Carta 33: Hacer buen uso de la sabiduría de todos
Capítulo Carta 34: Pensar siempre estratégicamente
Carta 35: Pon a tus subordinados primero
Carta 36: La riqueza es una responsabilidad
Carta 37: Enriquece tu alma
Carta 38: Cualquiera puede convertirse en un gran hombre