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La felicidad es como la llovizna

La lluvia de hoy es embriagadora y tierna. Toca la frescura con su suavidad única. La lluvia de hoy es como gotas de lluvia inclinadas, mezcladas con el viento delicado, que toca otra hermosa pieza. felicidad, y su belleza toca mi felicidad.

La felicidad es una palabra simple. No es tan poderosa como el amor ni tan profunda como el amor, pero es este tipo de normalidad la que me hace ganar cada vez más felicidad.

Bajo la lluvia brumosa, mi madre y yo caminábamos camino a la escuela sosteniendo un paraguas. Era un estudiante de primaria que sostenía la mano de mi madre. La otra mano de mi madre sostenía el mango del paraguas con fuerza. miedo de temblar un poco. Pero no entiendo por qué la parte superior de mi cabeza es azul, mientras que la parte superior de la cabeza de mi madre es gris. Mi ropa está seca, pero las marcas de agua se pueden ver claramente en los hombros de mi madre. Le pregunté a mi madre, pero mi madre me dio una sonrisa superficial, pero pude sentir claramente que esta sonrisa era una belleza que no podía entender. Solo recuerdo los días lluviosos de mi infancia cuando mi madre y yo caminábamos uno tras otro. .

El mismo día lluvioso, mi madre y yo caminábamos a casa. Esta vez era un estudiante de secundaria que sostenía un paraguas para mi madre. La parte superior de mi madre era azul y la parte superior de mi cabeza. Estaba gris. Mirando No había lluvia en la ropa de mi madre, así que me sentí satisfecho. La marca de agua en mi hombro izquierdo me hizo feliz. Sostuve el mango del paraguas con fuerza, por temor a que se sacudiera un poco y se mojara. Madre Mi madre hizo la misma pregunta que yo en ese entonces. Yo también respondí la pregunta con una sonrisa superficial, y mi madre también sonrió, muy feliz, esta sonrisa estaba llena de felicidad.

Quizás antes solo conocía la palabra "bueno" y no conocía la felicidad, pero esta vez, lo sentí todo. Este pequeño paraguas llevaba la felicidad de mi madre y la mía.

Cada mañana, saboreando el desayuno cuidadosamente preparado por mi madre, me traerá buen humor para el día; cada noche, bañándome en los ojos expectantes de mi madre, ella ordenará las cosas buenas para mí. El cansancio del día; cada noche, disfrutar de la colcha que mi madre me ha tapado me hará sentir que el mundo entero es tan cálido...

La llovizna de la felicidad se está extendiendo, tal vez así sea. Es normal, tal vez sea muy normal, pero es felicidad real, que nutre cada minuto, cada segundo, cada día y cada noche que me pertenece...