Composición sobre la primera nieve después del Año Nuevo en 2011
"¡Mira, está nevando!" Me atrajo el sonido del pasillo. Cuando miré hacia afuera, era realmente bueno que cayeran copos de nieve muy pequeños, no pude evitar sentir una sensación. de alegría y esperanza en mi corazón. Espero que pueda traernos una nieve muy fuerte y pronto, la ciudad haya quedado ligeramente cubierta con este suave copo de nieve. Cada copo de nieve cae suavemente en espiral y se convierte en una pequeña parte de la capa de nieve de la tierra. Cada copo de nieve se funde con el hermoso paisaje que cubre la tierra.
Frente a la nieve, quise recitar algunos poemas que había aprendido, pero no los recordaba. Parece que lo que la naturaleza nos ha dado no se puede expresar con palabras. Aunque no puedo hablar, puedo escuchar el sonido de la nieve.
Las fuertes nevadas caen una tras otra, y el copo de nieve baila en varias posturas en el aire, o vuela, o flota, o cae recto y rápido, extendiéndose hasta el suelo. En este momento, todo es hermoso. Todo estaba en silencio, pero de pie frente a la ventana, la risa de los copos de nieve resonaba en mis oídos. Puedo escuchar su alegría.
Los niños no pudieron evitar salir a jugar antes de que dejara de nevar, teniendo peleas con bolas de nieve y rodando bolas de nieve. Aunque los copos de nieve seguían cayendo, se lo pasaron genial a pesar de las objeciones de sus padres y estaban. lleno de recuerdos de infancia. La nieve nos permite aplastarlas hasta convertirlas en esponjosas bolas de nieve y luego estrellarlas entre sí. Aunque su cuerpo fue destrozado y salpicado por todas partes, nunca se quejaron y nos dieron la felicidad, que es su felicidad. Nos da la calidez del alma con su lenguaje único. Puedo escuchar esta voz.
La nieve auspiciosa presagia un buen año, y la nieve en el octavo día del Año Nuevo Lunar debería ser una buena señal para el año. Los copos de nieve caen lentamente y, junto con el sonido de los petardos, alegran a la gente. Me gusta mirar la nieve en silencio, ver caer la nieve en silencio y escuchar el leve sonido de la nieve, me siento en paz y feliz en mi corazón. Vi a otro grupo de niños peleando con bolas de nieve, esquivando a izquierda y derecha en la carretera. Vi una capa de nieve que cubría las hojas tiernas del césped, protegiéndolas. Puedo escuchar sus voces de orgullo por asumir esta importante responsabilidad.
La nieve pura del suelo está bañada por el sol, disfrutando del último momento de alegría. ¿Están llorando por el fin de sus vidas? No, están riendo y orgullosos. Han completado sus tareas y contagiado de alegría al mundo. Han dedicado sus vidas y ejercido sus talentos. Son geniales. Puedo escuchar la alegría en sus vidas.
Cuando vuelva a nevar, pongámonos frente a la ventana y escuchemos atentamente una leyenda de la vida