El método de rebote se utiliza para detectar el porcentaje de la resistencia a la compresión del hormigón que alcanza la resistencia de diseño para ser considerado calificado.
La resistencia a la compresión del hormigón se prueba mediante el método de rebote, y el estándar de aprobación es el 95% de la resistencia de diseño. Sin embargo, cuando la resistencia a la compresión del hormigón supera los 60 MPa, el método de rebote ya no es aplicable y, en su lugar, se debe utilizar el método de extracción de muestras para evaluar la resistencia. De acuerdo con el "Reglamento Técnico para Ensayos de Resistencia a la Compresión del Concreto por el Método de Rebote" (JGJ/T23-2011), cuando la resistencia del concreto es inferior a 10,0 MPa o superior a 60,0 MPa, la conversión de resistencia debe consultar las disposiciones del Apéndice A para evitar juicio erróneo.
El método de rebote es un método de inspección in situ no destructivo de uso común para estructuras de hormigón. Fue inventado por el suizo E. Schmidt. Mide la dureza superficial del hormigón para estimar su resistencia. Este método debe seguir los procedimientos operativos detallados en el "Reglamento Técnico para Ensayos de Resistencia a la Compresión del Concreto por el Método de Rebote", incluido el uso de varillas de rebote, aplicación de presión y lectura de los valores de rebote durante el ensayo.
En resumen, el estándar de calificación para probar la resistencia del concreto mediante el método de rebote es el 95% de la resistencia de diseño, pero cuando la resistencia excede los 60 MPa, se deben considerar otros métodos de prueba. Para los detalles operativos y el ámbito de aplicación del método de rebote, se deben seguir los reglamentos técnicos pertinentes para garantizar la precisión de los resultados de la prueba.