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El fuego de la antorcha "olímpica" se llama "llama santa". ¿Por qué la antorcha no se apaga durante los Juegos Olímpicos?

El fuego de la antorcha "olímpica" se llama "Fuego Santo", y tiene su origen en la antigua mitología griega. En los mitos y leyendas, hay un valiente fabricante de fuego, Prometeo. Una vez, debido a que le jugó una mala pasada al autoritario dios Zeus, Zeus se enojó y se negó a llevar fuego a los humanos. Para hacer fuego, Prometeo, independientemente de su propia seguridad, estiró ramas de hinojo hacia el cielo para sacar fuego de las llamas del sol. Por esta razón, Zeus lo encadenó a un acantilado en las montañas del Cáucaso y dejó que las águilas le comieran el hígado. Sumado al sol abrasador, el viento y la lluvia, Prometeo sufrió muchas torturas y sufrimientos. Posteriormente, para conmemorar a este héroe, la gente hizo una antorcha para pasarla, esparcir el fuego y usarla como símbolo de luz, valentía y poder.

Ya en el año 776 a.C., en los primeros Juegos Olímpicos de la antigüedad, se celebraba una ceremonia similar a encender el "fuego santo". En la ceremonia de apertura de los primeros Juegos Olímpicos modernos en 1896, para conmemorar la resurrección de los Juegos Olímpicos, atletas de todo el mundo entraron al estadio con antorchas altas para desear a los Juegos un futuro brillante. En 1912, con el fin de difundir y heredar el espíritu olímpico que simboliza la paz para siempre, el barón Coubertin, fundador del movimiento olímpico moderno, propuso la idea de encender una antorcha, un fuego sagrado, en los Juegos Olímpicos. Esta sugerencia se implementó oficialmente en los XI Juegos Olímpicos de 1936.

La ceremonia de encendido de la llama olímpica se celebró en la cuna de los antiguos Juegos Olímpicos. Junto al templo de la diosa griega Hera, la diosa disfrazada utilizó un espejo cóncavo para recoger la luz del sol para encender la antorcha, y luego la llevó a la sede de los Juegos Olímpicos en un relevo. Si en el camino hay altas montañas, ríos y mares, serán transportados en avión o barco. En los XXI Juegos Olímpicos de 1976 se utilizó tecnología satelital y láser para encender la llama, pero fue criticada. Por ello, en 1980 se restableció el método tradicional de encender la antorcha y pasar la antorcha.

La antorcha llegó a la ciudad sede un día antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos. En la ceremonia inaugural, un famoso atleta masculino y femenino del país anfitrión tomó el último testigo. Corrió por el lugar y luego corrió hacia el estadio principal. Una antorcha gigante está encendida en la torre. La antorcha encendida brilla día y noche durante los juegos, deseando a la gente de todo el mundo paz y felicidad eternas.