Cómo cuidar la piel sensible Cómo cuidar la piel sensible
La piel sensible es la más difícil de cuidar entre varios tipos de piel, porque la piel sensible suele ser propensa a sufrir alergias, entonces, ¿cómo se debe cuidar la piel sensible? Sígueme y averigüémoslo juntos.
Cómo cuidar la piel sensible
1. Complementar la vitamina A
La vitamina A puede mejorar la resistencia de la piel y repararla, y puede mejorar eficazmente las alergias. son propensos a ocurrir. Por lo tanto, se recomienda que las niñas coman más alimentos que contengan vitamina A, como hígado animal, productos de soja, productos lácteos, etc., para aportar nutrientes a la piel.
2. Lávate la cara con agua tibia
La piel sensible es diferente a la piel grasa. Es imposible lavarse la cara alternativamente con agua fría y caliente. Debido a que la piel sensible es relativamente delgada, si te lavas la cara con agua fría o caliente, fácilmente irritará la piel y causará enrojecimiento, por lo que las niñas deben recordar este tabú. ¡Se recomienda que las niñas se laven la cara con agua tibia!
3. Hidratación
No importa el tipo de piel que tengas, reponer tu piel de humedad es lo más básico. Sólo cuando la piel beba suficiente agua se fortalecerá su resistencia y se volverá más saludable. Además, la piel sensible es relativamente fina y tiene poca capacidad de retener el agua, por lo que es muy necesario un cuidado hidratante para garantizar que la piel sensible no sea propensa a sufrir síntomas alérgicos.
Métodos de cuidado para pieles sensibles
1. Prueba tu sensibilidad antes de usar cosméticos. Cuando utilice un determinado cosmético por primera vez, debe aplicar una pequeña cantidad de cosmético en el dorso de la mano o en los pendientes para realizar pruebas de adaptabilidad.
2. En el caso de los productos hidratantes, elige productos para el cuidado de la piel con ingredientes más naturales. La piel sensible tiene más miedo de que los productos químicos permanezcan en la piel durante mucho tiempo. La elección de humectantes naturales puros puede reducir eficazmente la posibilidad de sufrir alergias.
3. Limpiar la piel adecuadamente. Una parte más importante del cuidado de la piel es la limpieza de la piel. Debido a su particularidad, la piel sensible tiene requisitos especiales de limpieza. La piel sensible necesita una capa protectora, por eso a la hora de elegir jabones y geles de ducha, no solo debes fijarte en el efecto bactericida, sino también en el efecto antibacteriano.
A qué prestar atención para la piel sensible
1. La piel sensible tiene poca retención de agua, por lo que se suele utilizar productos para el cuidado de la piel más hidratantes.
2. Los productos para el cuidado de la piel que utilices habitualmente deben ser productos especiales adecuados para tu piel sensible.
3. Evite trabajar bajo altas temperaturas o luz fuerte durante mucho tiempo, lo que puede causar fácilmente síntomas alérgicos.
4. La epidermis de muchas pieles sensibles es relativamente fina y a menudo se pueden ver vetas rojas de sangre, por lo que se recomienda utilizar la menor cantidad posible de productos exfoliantes para el cuidado de la piel.
5. Las personas con piel alérgica a menudo sienten picazón y alergia cuando se encuentran con algunas cosas irritantes. Por lo tanto, debes prestar más atención a los alérgenos que causan tus alergias en la piel y tratar de mantenerte alejado de ellos.
6. Las personas con piel sensible deben prestar atención a una dieta ligera. Lo mejor es beber más agua para mantener el cuerpo adecuadamente hidratado. También puedes ingerir una cantidad adecuada de vitaminas A, B2,. etc. puede prevenir enfermedades de la piel.
7. Hay muchas cosas que causan alergias en la piel, incluida la estimulación externa, el ambiente sucio y la dieta. Lo mejor es comer menos mariscos, que son los que causan alergias en la piel más fácilmente.
¿Cuáles son las características de la piel sensible?
Los síntomas de la piel sensible se manifiestan principalmente en la susceptibilidad a las alergias, las vetas rojas de sangre en la cara son más evidentes, la piel está propensa al enrojecimiento y la piel es propensa a estar demasiado fría o demasiado caliente. Aparecen fiebre, pequeñas manchas rojas y sensaciones de hormigueo y ardor después de la exposición al sol. La piel sensible es natural, pero algunas personas la padecen por falta de mantenimiento y exposición prolongada al sol. En términos generales, la piel sensible aparecerá seca y descamada, enrojecida e hinchada, con brotes en áreas grandes, etc. Después de usar productos para el cuidado de la piel, la cara se enrojecerá y hormigueará.