¿Fumar te pone feo?
¿Fumar te pone feo?
Fumar es perjudicial para la apariencia y, de hecho, hace que las personas luzcan feas.
En primer lugar, fumar agravará las bolsas de los ojos y las ojeras, y una vez que aparecen las bolsas de los ojos, las ojeras harán que las personas parezcan mayores.
En segundo lugar, fumar provocará más arrugas y manchas en la piel, y también agravará la flacidez de los músculos faciales y la flacidez de la piel. Porque fumar bloquea el suministro de sangre que mantiene sano el tejido de la piel. Los fumadores aparentan en promedio 1,4 años más que su edad real.
En tercer lugar, el cabello es fino y amarillo. Los químicos tóxicos del tabaco dañarán el ADN de los folículos pilosos y producirán radicales libres que dañan las células. Como resultado, los fumadores tienen más probabilidades de perder el cabello y desarrollar canas que los no fumadores, si es que tienen cabello.
En cuarto lugar, fumar puede incluso provocar que los dientes se aflojen o incluso se caigan. Las investigaciones muestran que los fumadores tienen tasas significativamente mayores de todos los problemas dentales y bucales, incluidos el cáncer bucal y las enfermedades de las encías. Los fumadores tienen seis veces más probabilidades que los no fumadores de desarrollar enfermedad periodontal, que puede provocar la pérdida de dientes.
Desventajas de fumar
Los cigarrillos transportan bacterias.
Las últimas investigaciones han descubierto que los cigarrillos contienen muchos gérmenes que se inhalan al fumar. Su mecanismo patogénico aún no está claro, pero es un hecho indiscutible que los cigarrillos son portadores de patógenos.
Fumar afecta la función sexual.
Fumar afectará a la circulación sanguínea y reducirá el flujo sanguíneo genital, lo que provocará dificultades en la excitación sexual (incluidos hombres y mujeres). Una encuesta a gran escala realizada en China en 2007 también encontró que el 20% de la disfunción eréctil masculina estaba relacionada con el tabaquismo.
Los fumadores tienen mala calidad del sueño.
Un estudio de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos encontró que los fumadores tienen más probabilidades de sentir sueño que los no fumadores después de despertarse durante la noche. La razón, dicen los investigadores, es que los fumadores no obtienen nicotina cuando duermen por la noche. Aunque parezca que duermen profundamente, en realidad su sueño se verá perturbado muchas veces y la calidad de su sueño se deteriorará.
Los fumadores tenemos huesos frágiles.
Las investigaciones han descubierto que la densidad ósea de las fumadoras disminuirá entre un 2,3 % y un 3,3 % cada 10 años, lo que provocará un aumento considerable de la incidencia de fracturas y osteoporosis. En las mujeres posmenopáusicas, el riesgo es aún mayor.