¿Qué tal los bolígrafos de la serie Lingmei Empire?
Si la sensación de escritura es la misma que la de otros bolígrafos dorados de la serie Z, la principal diferencia es la apariencia y el agarre. De hecho, personalmente desprecio a Lamy Empire a este precio. Hay muchas opciones en el rango de precios de alrededor de 2000, como el buque insignia Century Chief de Parker, Xiaozhizun de Vidivin, la serie clásica del Conde Fábregas y el 845 de Bai Le, y todos son mejores que Lamy Empire.
El Imperio Rummy, como otros Rummy, es un tipo que gasta mucho. Si escribes en chino, debe estar en la punta EF. Todo el imperio rammy es del tipo duro y resbaladizo, pero más flexible que las puntas de acero. En términos de experiencia en escritura, Empire en realidad no es tan bueno como Lamy2000. El cuerpo metálico del bolígrafo es relativamente pesado, lo que no es adecuado para escribir grandes cantidades y puede cansarlo. Las puntas de oro de Lamy son todas de 14 quilates, por lo que, en comparación con otros productos de la competencia al mismo precio, que generalmente son de 18 quilates, las puntas son más duras y su mano de obra es deficiente. Las puntas de oro de Lamy tienen un buen control de calidad y la probabilidad de problemas con las puntas de oro ef es mucho menor que con las puntas de acero. Si compra una punta de acero Lamy, la probabilidad de rayar la punta EF es alta. La punta F es mucho mejor, pero la punta F es un poco gruesa y no es adecuada para escribir caracteres chinos.
También es la serie clásica del Conde Fábregas, la primera elección de las plumas estilográficas alemanas con un precio de 2.000 yuanes. No se puede conseguir uno bueno de Montblanc a este precio y el control de calidad del Bellevue m600 es realmente deficiente. El Conde Fábregas no solo tiene una apariencia exquisita y hermosa, sino que también tiene un control de calidad superior al de otras marcas alemanas, y la sensación de escritura también es muy buena. Sin embargo, el cuerpo del bolígrafo de la serie clásica es relativamente delgado y la exquisita tapa del bolígrafo lo es. un recolector de huellas dactilares.