Describir cómo evitar que los pacientes se depriman
La prevención de las úlceras por presión se refiere a prevenir la aparición de úlceras por presión reduciendo la presión sobre los pacientes y las superficies con las que entran en contacto y acortando el tiempo para que la presión actúe sobre los tejidos locales.
(1) Métodos para reducir la presión sobre la piel
Mantener una postura correcta y tratar de evitar la presión sobre el hueso que sobresale.
Ser diligente en el cambio de postura y aliviar la compresión es el principio fundamental para prevenir las úlceras por presión y también es un requisito previo para el tratamiento de las úlceras por presión. Aunque se han mejorado continuamente varios cojines, colchones y aparatos ortopédicos, varias camas giratorias. La aplicación de lecho de aire o lecho de arena ha logrado mejores resultados. Pero la medida preventiva más básica, sencilla y eficaz es que el personal de enfermería o los familiares le den la vuelta al paciente, o que el paciente cambie de posición periódicamente. Debe cambiarse al menos cada dos horas.
Al sostener o trasladar pacientes, evite la fricción y colisión entre sus cuerpos y la cama.
Elija un asiento adecuado. Si las personas mayores tienen extremidades superiores fuertes, anímelos a utilizar las manos para sostener el cuerpo durante 10 segundos cada 30 minutos para reducir la posibilidad de sufrir úlceras por presión en el isquion.
Considere utilizar varios tipos de dispositivos de asistencia para reducir la presión
(2) Otras formas de reducir la presión sobre la piel
Mantenga la ropa y las sábanas limpias y ordenadas Y seco.
Evita que objetos pesados como edredones pesados o bolsas de agua caliente presionen tus extremidades.
Evita envolver la herida demasiado apretada.
Los cuidadores deben evitar dejar crecer las uñas largas o usar joyas para evitar dañar la piel del anciano.
(3) Reduzca la presión sobre la protuberancia ósea: utilice almohadas suaves, espumas plásticas, esponjas y otros elementos para controlar la protuberancia ósea.
(4) Cuidado de la piel
Mantenga la piel de los ancianos limpia e higiénica; cambie los pañales de los ancianos incontinentes con frecuencia para reducir la posibilidad de infección de la piel.
Observar atentamente la salud de la piel de las personas mayores. Si se encuentran signos de llagas por presión tempranas, se deben tratar lo antes posible.
(5) Consuma una nutrición equilibrada
Consuma alimentos más nutritivos y ricos en proteínas, como carne, huevos, leche y frijoles, para mantener su piel sana.
(6) Observar la piel: Revisar la piel de todo el cuerpo al menos una vez al día, especialmente las áreas donde se producen las úlceras por presión. Esto lo pueden realizar médicos, enfermeras y familiares de los pacientes. la etapa aguda. Los pacientes en la etapa crónica pueden comprobarlo ellos mismos con un espejo de mano. Cuando se encuentran anomalías en la piel, se deben tomar medidas de mitigación de inmediato para prevenir la progresión de la enfermedad.
(7) Entrenamiento de apoyo: para reducir la presión sobre los glúteos, los pacientes que dependen de sillas de ruedas durante mucho tiempo deben practicar el apoyo de la superficie de la cama, los reposabrazos de la silla, etc. con ambas manos para levantar las nalgas. Si sus manos están débiles, primero puede inclinar la parte superior del cuerpo hacia un lado, dejar que la cadera opuesta abandone la superficie de la silla y luego inclinarse hacia el otro lado.
(8) Evitar traumatismos Cuando hay falta de inervación o desnutrición, incluso una lesión cutánea muy leve puede infectarse y evolucionar hacia una herida similar a una úlcera por presión, por lo que se debe prestar especial atención. para limpiar la superficie de la cama y el asiento. Objeto extraño en la silla. También se deben evitar los traumatismos durante el entrenamiento.
(9) Fortalecer la nutrición Los pacientes desnutridos son propensos a sufrir llagas por presión debido a la menor tolerancia de la piel al daño por presión y tienen dificultad para curarse. Por lo tanto, se debe prestar atención al aumento de una dieta rica en proteínas y calorías para prevenir que los pacientes sufran anemia e hipoalbuminemia.