Patente de Tierra Paralela

El planeta salvaje habitado por humanos se originó en una oscuridad sin fin. Hace más de cuatro mil millones de años, al comienzo del nacimiento de la Tierra, era sólo una pequeña piedra. A medida que los fragmentos de meteoritos y el polvo celeste continúan siendo absorbidos en el sistema solar, gradualmente se vuelven más grandes y redondos. Hoy, la Tierra se ha convertido en un planeta azul-blanco. Entre ellos, la parte azul es el océano en la superficie de la tierra y la parte blanca es el agua del mar que se eleva hacia el cielo. La tierra puede girar sin fuerza externa.

La Tierra es como un disco que gira salvajemente. Cuando su velocidad alcanza los 1.600 kilómetros por hora, sale magma caliente de su cuerpo. Icebergs del tamaño de una casa se desprendieron uno tras otro y fueron arrastrados por la corriente. El agua de lluvia talla el glaciar en forma de cuenco. Las islas emergen del fondo del océano. Además, las nubes cambiantes a menudo arrojan rayos al suelo con enojo. Aunque la Tierra ha estado girando desde su nacimiento, su velocidad nunca es constante. Después de todo, nuestro planeta nunca ha estado equipado con interruptores de control.

Cuando nació el asteroide Tierra, giraba a una velocidad asombrosa, alcanzando los 4.000 kilómetros por hora; en aquella época, sólo había 6 horas de día y de noche en la Tierra. Pero después de unos siglos, la rotación de la Tierra comenzó a disminuir. Uno de los principales factores que provoca que la rotación de la Tierra se ralentice es el fenómeno de las mareas en la Tierra. El ascenso y descenso del océano afecta a un planeta como el sistema de frenos afecta a un coche que viaja a gran velocidad. Debido a que las mareas son causadas principalmente por la gravedad de la Luna, la lenta rotación de la Tierra se debe en gran medida al hecho de que nuestro planeta tiene un gran satélite, la Luna.

Por extraño que parezca, la Oficina Internacional de Rotación de la Tierra ha estado registrando cambios en la velocidad de la Tierra. Sin embargo, como responsable de tomar decisiones sobre si se debe cambiar el sistema de hora mundial actual, la Oficina Internacional de Rotación de la Tierra trabaja arduamente para mantener nuestros relojes consistentes con un mundo cambiante.