Red de conocimiento de abogados - Derecho de sociedades - ¿Es atractivo el mundo de las ligeras diferencias?

¿Es atractivo el mundo de las ligeras diferencias?

El mundo es hermoso con la más mínima diferencia.

Esta es una novela enriquecedora súper guapa y un poco sádica, que es muy curativa. La diferencia de edad entre los protagonistas masculinos y femeninos es de 8 años. El protagonista masculino Wen Shaoyuan y la protagonista femenina Wen Ge perdieron a sus padres y no tenían a nadie en quien confiar. El hermano de Wen Shaoyuan, Wen Jing, era un compañero de armas de los padres de Wen Ge y adoptó a Wen Ge, de 13 años. Según su antigüedad, ella lo llama tío, por lo que su amor está destinado a pasar por altibajos y muchas penurias.

Extractos del contenido de El mundo entre tú y yo

La escena de la madrugada estaba envuelta en una espesa niebla. Hay un escalofrío pesado y frío en el aire, con humedad, como si fuera a penetrar hasta los huesos.

Wen Ge enrolló la colcha y se dio la vuelta, su conciencia todavía un poco confusa.

La antigua zona residencial es tranquila y pacífica.

Se acurrucó y miró aturdida la niebla blanca fuera de la ventana. A través de una puerta, el sonido que solo era vagamente audible finalmente se hizo más claro. Se acostó en la cama, sintiendo que el calor de la colcha era absorbido poco a poco por el frío del aire, lo que hacía que le castañetearan los dientes.

Este tipo de movimiento no duró mucho y pronto se hizo el silencio afuera de la puerta.

Wen Ge se sentó y se apoyó en la cama, escuchó por un momento, luego se vistió en silencio y saltó de la cama. Caminó hacia la ventana y la abrió, mirando a través de la ventana de seguridad oxidada.

Se había levantado una capa de densa niebla, haciéndola tan confusa que no podía ver la distancia con claridad. Sólo podía ver vagamente los bordes y esquinas de los edificios adyacentes en ambos lados. Los peatones ya caminaban por el callejón y, de vez en cuando, sonaba el rápido tintineo de las campanas de los coches, como una ráfaga de viento, que se perdía en la distancia.

Fuera de la casa sonaron pasos, a veces lejanos y otras cerca, acompañados del llanto de la niña con fastidio, y así comenzó la mañana. No mucho después, mi prima le dio el desayuno a la niña y la envió a la escuela. Tan pronto como salió del pasillo, miró y la vio parada junto a la ventana. Frunció levemente el ceño, soltó a la niñera y caminó hacia ella.