Hace calor, ¿sufrirás un golpe de calor si te quedas en casa?
El golpe de calor no es una “patente” del aire libre. Las altas temperaturas exteriores, el sofoco interior y la falta de ventilación en verano pueden provocar un golpe de calor. Dependiendo de la causa y los grupos susceptibles, el golpe de calor se puede dividir en golpe de calor no laboral (también conocido como golpe de calor clásico) y golpe de calor relacionado con el trabajo.
El primero es común en jóvenes, mujeres embarazadas y personas mayores, mientras que el segundo es común en ejercicios extenuantes y actividades físicas de alta intensidad en verano. Un número considerable de estos trabajadores manuales de alta intensidad son trabajadores, incluidos trabajadores al aire libre, como trabajadores de la construcción y trabajadores sanitarios, y trabajadores de interiores, como trabajadores de decoración y talleres.
La clave para reducir la mortalidad por insolación
El golpe de calor es la emergencia más grave relacionada con la alta temperatura, es decir, el golpe de calor severo es una enfermedad grave y mortal acompañada de quemaduras. sensación en la piel, trastornos de la conciencia (como delirio, convulsiones, coma) y disfunción orgánica múltiple. Es la forma más grave de insolación y, una vez que ocurre, la tasa de mortalidad es extremadamente alta.
La prevención es la clave para reducir la tasa de mortalidad por golpe de calor. Las medidas preventivas más efectivas son evitar las altas temperaturas (alta humedad) y ambientes sin ventilación, reducir y evitar los factores de riesgo del golpe de calor, asegurar un tiempo de descanso adecuado y evitar la deshidratación, reduciendo así la incidencia y mortalidad del golpe de calor.