Los platelmintos marinos luchan antes de aparearse. Quien pierde se convierte en madre.
Para casi todas las especies, el sexo se determina antes del nacimiento. Incluso las especies que pueden cambiar después del nacimiento sólo pueden conservar un sexo a la vez. La naturaleza está llena de sorpresas, excepto los platelmintos. Desde su nacimiento, tienen dos conjuntos de órganos reproductivos en su cuerpo, lo que significa que pueden actuar como padre y madre. Se sabe que en muchos casos el esfuerzo reproductivo de la mujer es mucho mayor que el del hombre. Por ejemplo, la mayoría de los machos se reproducen "lanzando una red", liberando sus numerosos renacuajos, que contienen menos nutrientes pero son más numerosos. La hembra, en cambio, produce huevos enormes. Estos huevos absorben muchos de sus nutrientes.
Muchas madres deben entonces encerrar a las crías dentro de sí mismas o encontrar un lugar seguro para que los huevos se desarrollen, a veces brindándoles protección continua. Dependiendo de la especie, la madre también debe proporcionar alimento al niño durante un período de tiempo considerable después del nacimiento, y el padre puede participar o no. La maternidad puede resultar bastante agotadora, por eso las mujeres suelen ser más cautelosas a la hora de elegir pareja. Si vas a pasar por esto, definitivamente querrás elegir al mejor socio. Una mujer suele responder mejor al varón más masculino para asegurarse de que su hijo esté sano y tenga más posibilidades de sobrevivir. Sería una pena que se desperdiciaran todos los esfuerzos y recursos.
Si pudieras elegir tu género, ¿elegirías ser madre o padre de tu hijo? Por supuesto, como seres humanos, podemos racionalizar situaciones y tomar decisiones en función de diversos factores, como quién quiere sentir las “patadas del bebé” o quedarse en casa para amamantar. ¿Es cierto que los platelmintos hermafroditas pelean antes de aparearse y la perdedora se convierte en madre? Hay muchas formas de sobrevivir y reproducirse en la naturaleza. Tomemos como ejemplo la reproducción. Algunos animales son hermafroditas, otros cambian de género, otros son devorados por la hembra después del apareamiento, otros sólo se aparean una vez en su vida, etc. Todo esto es para adaptarse al entorno natural y mantener la población para que la próxima generación pueda nacer y crecer.
Hoy en día existe otro animal que se reproduce de una forma muy específica: los platelmintos. Pertenecen a la familia de los anfibios y viven en el mar. No tienen estructura cerebral y sólo unos pocos ganglios en el cuerpo. Cuando se les estimula, sus cuerpos nadan reflexivamente, formando ondas. Tampoco tienen sistemas respiratorio ni circulatorio, y su sistema digestivo es muy simple, con una sola abertura en el abdomen para comer y excretar. Los platelmintos suelen vivir en el fondo de los arrecifes y, con mayor frecuencia, aparecen en las grietas de los arrecifes.