Una mirada a la ley de quiebras británica desde el colapso de un gigante minorista británico
Repasemos primero las noticias. El 1 de febrero, hora local, el gigante minorista británico Debenham anunció el inicio de un procedimiento de liquidación por quiebra. Desde entonces, la empresa ha iniciado procedimientos de administración concursal.
Hace sólo 24 horas, otro conocido minorista británico, Arcadia Group, acaba de anunciar el inicio de un procedimiento de liquidación por quiebra. El colapso de estos dos grandes grupos minoristas provocará la pérdida de 25.000 puestos de trabajo.
Este incidente involucra principalmente el contenido relevante y el conocimiento de la ley de quiebras británica. Entendamos la diferencia entre administración y liquidación.
La administración concursal es un procedimiento de rescate que suelen utilizar las empresas en quiebra para reorganizar la empresa o realizar activos. Entra en vigor cuando la empresa, los administradores o los acreedores presentan una solicitud ante el tribunal.
Una empresa que entra en administración puede aplazar los pagos de la deuda y los acreedores no pueden hacer cumplir sus reclamaciones durante este período. Un administrador de quiebras designado por el tribunal tomará el control de la empresa como administrador e intentará salvarla de la quiebra y liquidación.
A través de procedimientos de gestión, las empresas pueden evitar temporalmente la presión de la deuda y ganar tiempo para salir de las dificultades financieras. Sin embargo, los procedimientos de gestión son muy costosos y suelen durar más de un año. Y la empresa debe revelar que ha iniciado procedimientos administrativos, lo que puede tener un cierto impacto negativo en la imagen de la empresa.
La liquidación suele requerir el nombramiento de un síndico una vez concluida la administración, ya sea voluntaria u obligatoria. El liquidador es responsable de realizar los activos de la empresa y distribuirlos entre los acreedores de la empresa de acuerdo con el orden de prelación legal. Si quedaren bienes remanentes, se distribuirán entre quienes tengan derecho a ellos. Una vez completada la liquidación, la empresa será dada de baja.