¿Qué son los derivados?
Los derivados pueden ser contratos como opciones, futuros, swaps o productos estructurados más complejos. Las opciones otorgan al comprador el derecho de comprar o vender un activo subyacente a un precio específico en una fecha específica en el futuro, pero no son exigibles. Los futuros son contratos en los que compradores y vendedores acuerdan entregar un activo subyacente a un precio específico en una fecha específica en el futuro. Un swap es un contrato en el que dos o más partes acuerdan intercambiar una serie de flujos de efectivo.
La importancia del mercado de derivados es que proporciona oportunidades para la gestión de riesgos, la especulación y la cobertura. Por ejemplo, un agricultor podría vender contratos de futuros al comienzo de la temporada de siembra para asegurar un precio específico durante la temporada de cosecha. De esta manera, los agricultores pueden obtener los rendimientos esperados sin importar cómo fluctúen los precios del mercado. Los especuladores pueden utilizar derivados para predecir las tendencias del mercado y beneficiarse de ellas. Al mismo tiempo, las empresas pueden utilizar derivados para cubrir los riesgos comerciales. Por ejemplo, al comprar opciones sobre productos básicos relevantes para su negocio, una empresa puede fijar el costo de compras futuras y evitar el impacto de las fluctuaciones de precios en su negocio.
Sin embargo, los derivados también tienen riesgos. Dado que el valor de un derivado se basa en el rendimiento del activo subyacente, si el precio del activo subyacente fluctúa significativamente, el valor del derivado también fluctuará significativamente. Además, los derivados suelen ser transacciones apalancadas, lo que significa que los inversores sólo necesitan depositar una pequeña parte del valor del contrato como margen, por lo que los inversores pueden afrontar grandes pérdidas potenciales. La crisis financiera mundial de 2008 se atribuyó en parte al uso excesivo y a la mala fijación de precios de los derivados.
En general, los derivados son instrumentos financieros complejos que brindan oportunidades para la gestión de riesgos, la especulación y la cobertura, pero también conllevan riesgos potenciales. Por lo tanto, al utilizar derivados, los inversores deben comprender plenamente sus mecanismos operativos y riesgos potenciales, y tomar decisiones basadas en su propia tolerancia al riesgo y objetivos de inversión.