Pensamientos después de leer "Un elogio de la vida" (Longfellow)
La gente suele dejar un testamento a sus descendientes antes de morir, pero un soldado británico que luchaba en Crimea recitó "Elogio de la vida" antes de morir. El autor del poema es Longfellow (1807~1882), uno de los poetas estadounidenses más famosos del siglo XIX. Su nombre también ha entrado en miles de hogares con la difusión de "Alabanza a la Vida".
El gran escritor británico Shakespeare una vez lamentó que la vida es sólo un sueño tonto. La actitud de Longfellow ante la vida es fundamentalmente opuesta a la de Shakespeare. En la primera frase del poema, niega que la vida sea un sueño y cree que la vida es algo real y real. Por lo tanto, inspiró a la gente a tomar medidas para hacer que el mañana esté un paso más cerca que hoy.
Entonces el poeta comparó la vida con un campo de batalla. Debemos ser guerreros valientes que avanzan, no desertores cobardes, vivamos plenamente y muramos noblemente y grandes. Cuando nuestras huellas queden en la arena del tiempo, los que están desesperados y los que han perdido la confianza en la vida las alentarán. Levanta la vela de la vida. Por ello, el poeta nos anima en la última estrofa a "seguir avanzando y seguir persiguiendo".
Después de la publicación de "Alabanza a la vida", fue como si le crecieran alas y volara hacia miles de hogares. Este poema despertó el entusiasmo de la gente por su lenguaje fluido, pegadizo y lleno de filosofía positiva.