Al vivir en la misma comunidad, es inevitable que conozca a los hijos del vecino. ¿Cómo construir una buena relación con los hijos del vecino?
Hay algunos consejos para llevarse bien con los niños del vecino. En primer lugar, no puedes tratar a tus hijos de manera superficial.
Por ejemplo, al hablar con los niños de los vecinos, es mejor no utilizar el tono de los mayores y mucho menos expresarlo de manera autoritaria, porque los niños prefieren que los adultos les hablen en un tono igual.
Por lo general, tienes que escuchar a tus profesores en la escuela y a tus padres en casa. Tus órdenes no son válidas para ellos. De hecho, lo que más no les gusta a los niños es la obediencia. Haz esto, deberías ser así. Sí, él es un niño. Si supiera todo, ¿no sería mágico? ¿No es así? Así que no trates con él, no le des órdenes, trátalo como a un vecino como a un adulto y será mucho más fácil llevarte bien con él. En segundo lugar, a la mayoría de los niños les gusta hablar y también esperan que los demás puedan escucharlos con paciencia.
Aunque creas que lo que dicen es infantil, escucha con paciencia, porque a los niños les gusta que los tomen en serio. Tal vez haya algunas cosas que no puedan decirles a sus padres, pero quieren decírtelas a ti. Si puedes escuchar con paciencia, tus hijos sentirán que eres una persona a la que vale la pena acercarse.
El lenguaje de los niños es muy imaginativo y las expresiones pueden no ser claras. Es posible que no entiendas una palabra de lo que dijo. Para mostrar respeto, no entiendes lo que dijo. Su hijo estará muy dispuesto a hacerse amigo suyo. Nuevamente, no les cuentes demasiado a tus hijos sobre ti, porque la mayoría de los niños no están muy interesados en esto.
Puedes dejar que tus hijos hablen más sobre sí mismos y, al mismo tiempo, debes respetar sus secretos. Si descubres sus secretos a ciegas por curiosidad, solo aumentarás la distancia entre ustedes. Ven más y más lejos.
A los niños no les gusta escuchar tus historias, pero aún así están dispuestos a escuchar tus travesuras y travesuras cuando eras niño. Además, a la hora de llevarte bien con los niños, podrás conocer más sobre sus preferencias.
Por ejemplo, a muchos niños les gusta el fútbol, así que puedes hablar más de fútbol con ellos, o incluso jugar al fútbol con ellos. Resumen:
A los niños tampoco les gusta que los toque, como darles palmaditas en la cabeza o en los hombros. En resumen, dominar las habilidades para llevarse bien con sus hijos hará que su relación con ellos sea más fluida. íntimamente.