Dirección del desarrollo empresarial
Muchas empresas han caído en un malentendido, es decir, "seguirán ciegamente al líder" a la hora de aplicar nuevos métodos. Este comportamiento equivocado será común cada vez que surjan nuevos procesos de negocios y nuevas tecnologías, como la producción justo a tiempo, la "racionalización", Six Sigma, la Gestión de Calidad Total e iniciativas cada vez más "verdes". Las nuevas tecnologías adoptadas por las empresas deberían complementar la estrategia comercial de la empresa. No todas las empresas necesitan la misma tecnología y no todas las empresas necesitan adoptar una tecnología en la misma medida. La estrategia corporativa debe aclarar qué tecnologías necesita la empresa y en qué medida.
Estrategia empresarial
La estrategia empresarial de una empresa es un plan formulado por la empresa que detalla los objetivos a largo plazo de la empresa, cómo alcanzarlos y cómo competir con los competidores. La estrategia corporativa señala la dirección del desarrollo de la empresa, tiene un contenido extenso, se centra en el desarrollo a largo plazo de la empresa y sienta las bases para otras decisiones de la empresa. La estrategia corporativa implica las siguientes tres preguntas:
¿Cuál es nuestro mercado?
¿Qué tiene de especial nuestro producto?
¿Cómo competimos en el mercado?
Resolver los problemas anteriores es muy importante para las empresas, porque determina cómo compiten en el mercado y comprenden sus propias ventajas. Por ejemplo, la ventaja competitiva de Neiman es el servicio al cliente y la ventaja competitiva de Advance Insurance es el precio. Las ventajas competitivas de diferentes empresas son diferentes.
Las decisiones estratégicas contribuyen a las decisiones tácticas. Las decisiones tácticas tienen un enfoque limitado y se centran en el desarrollo a corto plazo del negocio. Estas dos decisiones están interrelacionadas. Las empresas primero toman decisiones estratégicas para indicar la dirección de las decisiones tácticas, que a menudo son necesarias en el trabajo diario de las empresas. Aunque parezcan básicas, las empresas no pueden ignorar el papel rector de las decisiones estratégicas en favor de la toma de decisiones más tácticas.
La toma de decisiones tácticas es más específica, se centra en el desarrollo a corto plazo de la empresa y presta atención a los problemas diarios de la empresa. Por ejemplo, la cantidad, el momento y el uso de los recursos corporativos están todos restringidos por decisiones estratégicas corporativas. Las decisiones tácticas deben ser consistentes con las decisiones estratégicas. Las decisiones tácticas son fundamentales para los intereses de la empresa a largo plazo. Las decisiones tácticas, por otro lado, proporcionan retroalimentación a las decisiones estratégicas y, a su vez, ayudan a revisar las decisiones estratégicas.