Tus hijos en realidad no son tuyos. Nacieron a través de ti, pero no nacieron gracias a ti.
Tus hijos no son en realidad tus hijos, son los hijos del deseo de la vida por sí misma. Nacen a través de ti, pero no de ti, y aunque están contigo, no te pertenecen. Dales tu amor, no tus pensamientos, porque ellos tienen sus propios pensamientos. Proporcionad alojamiento a sus cuerpos, pero no aprisionéis sus corazones, porque sus corazones pertenecen al mañana, un mañana con el que ni siquiera podéis soñar. 01
Tus hijos no son en realidad tus hijos, son hijos nacidos del deseo de la vida por sí misma. 02
Vinieron a este mundo con tu ayuda, pero no por ti. Te acompañan, pero no te pertenecen. 03
Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, porque ellos tienen sus propios pensamientos. 04
Lo que puedes proteger es su cuerpo, pero no su alma. Porque sus almas pertenecen al mañana, un mañana que no puedes alcanzar en tus sueños.
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Puedes hacer todo lo posible para llegar a ser como ellos, pero no dejes que ellos se vuelvan como tú, porque la vida no volverá atrás, ni se quedará en el pasado. 06
Tú eres el arco, y tus hijos las flechas lanzadas desde ti. El arquero mira el objetivo en el camino hacia el futuro y usa todas sus fuerzas para alejarte para que la flecha pueda dispararse rápido y lejos. Dóblalo con alegría en las manos del arquero, porque ama la flecha en vuelo y el arco con incomparable estabilidad. 07
Hija Mía, ahora que has crecido y te has vuelto independiente, no importa lo que hagas en el futuro, debes ser responsable de ti mismo. Sólo puedo darte consejos de referencia y no tomaré decisiones por ti, porque el resultado final es tu responsabilidad, no la mía. 08
Hija mía, cuando tengas tu propia pequeña familia, me invites o no, nunca me mudaré contigo. Estoy dispuesto a gastar dinero en mi nieto y estoy dispuesto a ayudar a cuidar de mi nieto, pero no estoy dispuesto a cuidar de mi nieto todo el tiempo. Criar a tus hijos es tu responsabilidad y tu corazón, así como nosotros te criamos a ti. Tus hijos te necesitan tanto como tú nos necesitabas a nosotros cuando éramos niños. Sólo puedo ayudarte en momentos críticos y no puedo reemplazarte. 09
Hija mía, no te pediré que me apoyes por el resto de mi vida, y no te apoyaré por el resto de mi vida. Planificaré bien mi vida en mis últimos años y me cuidaré bien, tenga la seguridad. También debes trabajar duro y esforzarte por vivir una vida feliz y gozosa. 10
Niños, el mundo es tan grande, y nosotros también queremos verlo. Hija mía, si un día me caigo, te imploro que utilices un enfoque de energía positiva para afrontar mi muerte inevitable. No importa qué enfermedad grave tenga, por favor elija el tratamiento mínimo, sin cirugía mayor, sin tubos de soporte vital... Espero poder entrar a otro mundo con facilidad y belleza. 11
Si no te digo estas palabras, es posible que otros nunca te lo digan tan en serio: Nada puede comprar salud y felicidad en este mundo. 12
El tiempo es precioso, dáselo a personas y cosas confiables. 13
La vida es corta, aprende a valorarla. Las últimas palabras
La llamada relación entre padre, hija y madre solo significa que tu destino con él es que seguirás viendo cómo su espalda se desvanece en esta vida. Pero algunas cosas, como el proceso de crecimiento de los niños, pueden ser la parte más feliz de esta visualización. Hija mía, aprecia el tiempo que pasamos juntos. En la próxima vida, nunca nos volveremos a ver, nos guste o no.