Red de conocimiento del abogados - Preguntas y respuestas penales - ¿Por qué a los profesores se les llamaba "Nueve viejos malolientes" en el pasado?

¿Por qué a los profesores se les llamaba "Nueve viejos malolientes" en el pasado?

De hecho, "Smelly Laojiu" no se refiere solo a los maestros, sino a un grupo de literatos. En la antigüedad, cada profesión tenía un estatus social, como "eruditos, agricultores, industria y comercio". "Todo el mundo debería haber oído que, aunque los empresarios son el grupo más rentable y rico, su estatus social es muy bajo.

Además de dicha clasificación, esta se deriva de la división del gobierno durante la dinastía Yuan. El gobernante dividió a los súbditos del país en diez niveles, a saber, funcionarios, empleados, monjes, es decir, budistas y taoístas. , Médicos, ingenieros y técnicos, artesanos, prostitutas y finalmente el pueblo confuciano, es decir, los intelectuales, y el último es el mendigo.

Todos se sorprendieron al ver esta clasificación. Los intelectuales que debemos admirar en la sociedad moderna de hoy ocupaban un lugar tan bajo en ese momento, y solo estaban por delante de los mendigos, incluidos los artesanos, monjes y taoístas. como cualquier cosa. Esto está relacionado con el desarrollo social de la época. Lo más importante en la antigua sociedad feudal era el desarrollo económico, sin maquinaria, la agricultura sólo podía depender de la mano de obra, por lo que la mano de obra era la productividad más importante.

Los intelectuales antiguos eran el tipo de personas menos productivas. No tenían medios reales de subsistencia ni un físico fuerte. El salario del país no es suficiente, por lo que los intelectuales no solo no pueden generar productividad, sino que también consumen. los recursos humanos, financieros y materiales del país.

Entonces, la palabra "apestoso" en "Stinky Laojiu" es en realidad un término despectivo para los intelectuales en ese momento. Por supuesto, la visión de la sociedad sobre los intelectuales ha experimentado cambios trascendentales, no importa cuánto menosprecien. entre los intelectuales, por el contrario, todos creen que sólo la lectura puede cambiar el destino y que la ciencia y la tecnología son las principales fuerzas productivas.